Enrique Ramos O’Reilly, director de Temenos para Latinoamérica, amplía la perspectiva sobre los retos que la tecnología financiera enfrenta en los mercados de la región.
Especial CIO América Latina | Por: Walter Mastrapa y Adolfo Manaure
Que los CIOs de la Banca aún se sientan como los Padrinos que deciden la experiencia que usuarios y clientes pueden disfrutar en su interacción con los servicios financieros, es algo que no convence a ningún millennial sediento de alta velocidad en la entrega de soluciones y servicios a bancarios en sus dispositivos móviles. Esto sin contar con que la innovación crece y compite desde nuevas empresas generadoras de soluciones financieras apalancadas en los nuevos entornos digitales: las fintechs.
Y es que a la luz de una realidad atómica y pesada de un marco regulatorio nada facilitador de cualquier iniciativa transformadora, el CIO de la banca debe cargar con su cruz operativa al tiempo que habilita espacios de innovación digital para dar a los clientes lo que las tecnologías imponen. Conclusión: hay que distribuir las cargas, pues no pueden solos. Aquí es donde las fintech, otrora vistas como la amenaza “uberizadora” del negocio bancario, se replantean como aliados para innovar. Un reciente informe de la EFMA, 60% por ciento de las instituciones financieras ahora ven a las fintechs como socios potenciales.
Bajo esta intensión, la europea Temenos, proveedora de soluciones de software para el core bancario, recientemente realizó en Miami una nueva edición de su Innovation Jam, donde startups del continente presentaron soluciones que agilizan procesos, productos y servicios bancarios. Conversamos con su director regional Enrique Ramos O’Reilly.
Ampliar el ecosistema de innovación para la banca
Para Ramos O’Reilly, no hay mayores diferencias entre los aciagos días que hoy viven los líderes de tecnología en los bancos de los Estados Unidos y América Latina. No hay rezagos notables y en ambas laderas del Río Bravo, se toman decisiones e implementan soluciones de clase mundial.
“Vemos que el sector financiero ha estado atacado por diferentes fuerzas. La regulación desde los tiempos de la crisis financiera global del 2008 ha sido muy pesada. Esto comienza a bajar. Pero los cambios de las tecnologías son un foco de presiones muy fuertes. La actitud de los clientes, la generación de los millenials que quieren una relación diferente con el banco, que ya no quieren ir a una sucursal, y sólo quieren usar su móvil para hacer cualquier transacción, se suman a la competencia en general que los está afectando”.
– ¿Con eventos como el Innovation Jam, Temenos que es un proveedor habitual de la banca, persigue acercarse a la visión emergente de las fintechs, qué buscan incorporar a la relación con su base instalada de clientes en todo el mundo?
El evento Innovation Jam trata de asimilar a todas estas nuevas empresas de tecnología financiera que se agrupan dentro del concepto de FINTECH, Finantial technologies, y verlas como parte del ecosistema que nuestros bancos pueden utilizar para aprender cómo se pueden hacer mejor las cosas con nuevas tecnologías y con menos fricción. Para hacer sociedades con ellas y usar sus canales, y poder dar servicios y productos más adecuados a los tiempos.
Y es que en el campo, esas empresas que pudiéramos ver como competidores, son parte de un nuevo ecosistema para mover pagos, para poder abrir cuentas, en una forma más rápida, utilizando tecnología que le permiten al usuario por ejemplo sacarle una foto a sus documentos y compartirlos con el sitio del banco en vez de tener que enviarlos a una sucursal. La relación del banco con sus clientes se puede revolucionar de distintas maneras.
Desde Temenos estamos tratando de hacer es agruparlas, entenderlas, y hacerlas parte de un ecosistema. Nosotros como proveedores de software bancario, lo que tenemos que hacer es abrirlo para que pueda integrarse y utilizar a estas empresas de una forma más fácil.
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Hay una serie de enfoques que favorecen el que las innovaciones puedan integrarse rápido, que puedan transformase rápidamente en un servicio al cliente. Si el banco se queda aferrado al querer hacerlo todo pues va a estar en una posición muy compleja pues no hay ni capital, ni humano ni financiero, ni creatividad para que un banco pueda solo desarrollar todo lo que se está moviendo en estas Fintech.
Nuestra misión a través es buscar estas empresas Fintech que aportan valor e integrarlas al marketplace de Temenos en donde nuestros clientes pueden utilizar todas estas aplicaciones porque ya las hemos predigerido e integrado a nuestro core y para ellos es más fácil usar sus soluciones.
– ¿Estas fuerzas de innovación e la banca se manifiesta de igual forma en América Latina, existe cierto rezago frente a los Estados Unidos, por ejemplo?
Yo creo que en América Latina, al menos en lo que se refiere a servicios bancarios, no hay un rezago frente a los Estados Unidos. Los modelos bancarios que prevalecen en América Latina son incluso más similares a la banca europea. Entidades como el Santander y Sabadel y el BBVA, que han tenido una injerencia importante en el subcontinente han incorporado una cultura innovadora.
El concepto que se maneja en Europa y en Latinoamérica es mucho más de Banco Universal. Se trata de un Banco que te da tu cuenta corriente, tucuenta de ahorro, tu tarjeta de crédito, tus inversiones. Y esto en Estados Unidos no se usa mucho.
En los Estados Unidos se usa un banco más atómico, donde se puede tener la chequera en un community bank, tienes tus inversiones es otra empresa, la hipoteca con un operador de mortgage independiente. Hay como una atomización más alta en el mercado de los Estados Unidos.
La realidad es que hoy en día en México, yo puedo hacer pagos en tiempo real desde cualquier lugar de la República desde la red NetPay estén donde estén y con el banco que tengan. Esto no se puede hacer en los Estados Unidos todavía.
Entre los Estados Unidos y Latinoamérica no hay rezago tecnológico. Lo que sí hay, que afecta en todo el mundo, es toda esta competencia y cambios tecnológicos donde nuevos jugadores están aprovechando la alta fricción que existe en las transacciones bancarias: abrir una cuenta, solicitar un crédito, aquí en USA, en México o en Chile, es muy complejo. Y si la tecnología y una empresa más ágil pueden hacer que este proceso sea más rápido, surge un nicho de mercado interesante.
– ¿Cuáles son los mercados más dinámicos en materia de innovación en América Latina?
Panamá ha sido uno de los mercados más ágiles en la adopción de innovaciones. Y es que la regulación ha sido más pragmática en cuánto a ser muy exigente en lo que realmente es importante. Pero está abierta a nuevas ideas y nuevas tecnologías.
Doy un ejemplo: Nosotros tenemos como visión, en la entrega de nuestra tecnología bancaria, el apalancarnos en nuevas tendencias como la Nube. Nuestro Software de core bancario está instalado en la nube y trabajamos con Microsoft Azure. Así que el banco en vez de pensar en comprar infraestructura, computadoras, y mis licencias de software, pues simplemente lo usa la plataforma integrada de la misma forma en que utiliza Facebook. Está funcionando en la nube desde algún servidor y tu nada más consumes el servicio y pagas por el servicio conforme lo vas consumiendo.
Esta solución que obviamente es muy atractiva desde el punto de vista de costos ya la tenemos funcionando desde hace algunos años. Pero un obstáculo para los bancos en la región es que el regulador no siempre permite tener los datos en la Nube.
En el caso de Panamá logramos trabajar con los reguladores, visitar con ellos los centros de datos que tiene Microsoft y abiertamente nos permitieron replicar el modelo. Tenemos tres bancos ya probados en la nube en Panamá y que han estado usando la tecnología de forma rápida y muy accesible desde un punto de vista de costos.
– ¿Y cuáles son los mercados más reacios a la transformación?
-Yo creo que poco a poco los entes reguladores de cada mercado en la región comienzan a abordar el escenario. En el caso de México, por ejemplo, contamos con ejemplos en los que se le ha permitido migrar pero por excepción. Todavía no hay garantía de que la institución que desee adoptar las soluciones de core en la nube lo pueda hacer, sino que hay que solicitarlo a los reguladores.
A nivel de mercados, todos tienen sus retos. Siempre hay una problemática de que cuando uno trae software de afuera hay que adecuarlo a las necesidades del país. Y si tenemos prácticas en algunas países que si son muy peculiares. Venimos de un estándar europeo y obviamente que van a ser diferentes, y por ello hay que acostumbrarse. Con Brasil es complejo, con Chile fue muy complejo, pero todos estos obstáculos los hemos logrado sacar adelante.
Nuestra misión como tecnología es poder bajar el costo de los servicios financieros para poder brindar un mayor acceso a la población.