Algo en lo que todos coinciden es que Internet de las cosas, o IoT, es una tecnología disruptiva. Y como tal, implica un cambio de paradigma a nivel global y plantea una serie de desafíos para la región.
CIO América Latina/Mario Augusto Beroes Ríos
Esta nueva tecnología, según Jorge Harán, gerente de Unidad de Producto de BGH Tech Partner, está basada en dispositivos con sensores inteligentes que recaban información para establecer políticas concretas de gestión enfocadas en los usuarios.
Por lo demás, añade Harám, “esto implica pensar nuevos modelos de negocios y una transformación en las formas de participación ciudadana, que además exigirá nuevas herramientas de políticas públicas”.
“Muchos la llaman la tercera ola de Internet. En los ’90 la aparición de la world wide web interconectó a 1.000 millones de personas, cifra que se duplicó a partir del 2.000 con la irrupción de la Internet móvil. Ahora, si los pronósticos se cumplen, para 2020 se espera que IoT conecte a través de su amplia variedad de aplicaciones concretas alrededor de 28.000 millones de objetos a la red en todo el mundo, desde dispositivos de uso personal (wereables), hasta equipos para el hogar y maquinaria industrial”.
-¿Cómo visualiza el desarrollo de soluciones basadas en IoT?
-La posibilidad de desarrollar soluciones de aplicación práctica basadas en IoT que conecten a personas, objetos, datos y procesos entre sí promete una nueva transformación de las sociedades. ¿Cómo impactará este cambio en la región? Todavía es pronto para decirlo, pero ya puede vislumbrarse el efecto que ha comenzado a generar en los hábitos de las sociedades, cada vez más ávidas de conexiones que les permitan comunicarse entre sí y con sus dispositivos.
Para el directivo de BGH, ya ha comenzado a impactar en los modelos de producción en sectores como transporte y almacenamiento o salud, por citar los que encabezan las proyecciones de mayor crecimiento en la adopción de estas tecnologías.
Harám acude, entonces, a un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que señala que “la competitividad y el crecimiento de los países dependerán en gran medida de su integración a la infraestructura digital mundial”.
-Es una gran oportunidad para la región. Entre sus recomendaciones el organismo aconseja a los gobiernos acompañar la tendencia hacia IoT desde la búsqueda de la interoperabilidad de las plataformas, algo importante desde el punto de bienestar de la sociedad y del desarrollo de la industria y sus diferentes sectores”.
Jorge Harám cierra la búsqueda del apoyo en el informe de la CEPAL, afirmando que para lograr el objetivo, es necesario que el sector público y privado trabajen de manera integrada en facilitar la implementación de soluciones inteligentes en todos los sectores de la economía.
Entre las ciudades que ya han puesto manos a la obra está Buenos Aires, que fue finalista de la Smart City Expo de Barcelona 2015. Allí se destacó la solución Inteligente de Administración Meteorológica y Pluvial de la Ciudad de Buenos Aires desarrollada por BGH Tech Partner; un sistema permite recabar y analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real sobre las precipitaciones y trabajar preventivamente en la atención de alertas meteorológicos.
Otros países como Brasil y México también han comenzado a trabajar en soluciones de IoT relacionadas con estos temas. Un estudio reciente de la consultora IDC estima que la adopción de tecnologías relacionadas con Internet de las Cosas generará un gasto de 1.300 millones de dólares para 2019 y que América Latina será la región de mayor crecimiento. Buena parte de esa cifra se espera que provenga de organismos gubernamentales a través de inversiones en desarrollo de infraestructura y la modernización de empresas locales.
“Es una gran oportunidad, que no puede dejarse pasar; es realmente nuestra oportunidad, la de nuestra región”.