Un estudio sobre la seguridad de la información en las empresas realizado por Kaspersky Lab y B2B International en 2015, afirma que el 48% de las empresas reconoce la grave amenaza que representa el cryptomalware o ransomware.
Sin embargo, a pesar de este estado de conciencia, los ataques del cryptomalware siguen afectando gravemente a las empresas. Hasta el momento, se estima que el ransomware Cryptolocker ha infectado a más de 234.000 computadoras en todo el mundo. En lo referente a América Latina, los países más afectados, clasificados según la penetración del ransomware, son Brasil, Costa Rica, Chile, Argentina y Colombia.
El panorama mundial de las ciberamenazas sigue creciendo y los cibercriminales han descubierto que el cifrado malicioso de datos, seguido de una exigencia de rescate, puede ser muy rentable. Muchas empresas admiten que a menudo pagan ese rescate.
“Desde instituciones financieras, agencias gubernamentales, instituciones académicas, y hospitales, cualquier organización puede ser el foco de un incidente causado por ransomware. La principal motivación detrás de estas campañas extorsivas es el dinero, evolucionando de un panorama dominado por los simples lockers, que solo bloquean el dispositivos pero no cifran la información, a uno donde los cripto-secuestros han demostrado ser mucho más lucrativos para los cibercriminales”, dijo Santiago Pontiroli, Investigador de Seguridad en Kaspersky Lab.
“Además, el auge de las criptomonedas ha causado que este ‘negocio’ siga siendo uno de los preferidos por parte de los cibercriminales”.
Según Pontiroli, en Chile, campañas de ciberespionaje como Grabit han afectado especialmente a las pequeñas y medianas empresas, planteando un nuevo escenario en lo referente a cibercrimen.
Una solución de seguridad fiable y de varias capas es lo único que detendrá el cryptomalware. Además, es importante resaltar que este debe contar con un sistema operativo original y actualizado. Según cifras, más del 59% del software instalado en Chile es ilegal.
“Las empresas victimas de cryptomalware a menudo pagan sin darse cuenta de que no hay ninguna garantía de que sus datos serán desbloqueados cuando lo hacen, y hay evidencia de que con un ransomware pobremente codificado es posible que nunca se recupere alguna información”.
Añadió que la mejor manera de proteger los datos y activos de la empresa es poner en práctica medidas de seguridad cibernética integrales que lo abarquen todo, desde la infraestructura y el almacenamiento hasta las redes móviles, todo ello acompañado de la conciencia y la educación de los empleados.
“Por otra parte, es esencial que se hagan copias de seguridad de los datos con regularidad, para que la empresa no se encuentre en la posición nada envidiable de tener que elegir entre pagar el rescate o perder sus datos”, dijo Pontiroli.