En la batalla legal que viene del 2012, Samsung utiliza su última oportunidad de apelación en la Corte Suprema de Justicia para revisar una jurisprudencia de 120 años.
Es parte del argumento de Samsung en su lucha de patentes con Apple: la antigüedad de la jurisprudencia.
El lunes, se presentó una apelación a la Corte Suprema de Justicia estadounidense pidiendo que eche un vistazo a las normas relativas a las patentes de diseño: estas normas no han sido tocadas en 120 años.
La apelación se introdujo el mismo día en que la empresa sudcoreana debe a pagar a Apple $548 millones en daños y perjuicios en relación con múltiples reivindicaciones de la patente y es algo así como un último esfuerzo por parte de la compañía para reducir la deuda total general.
Cero beneficios
La apelación interpuesta por Samsung se relaciona con un premio de $399 millones en daños y perjuicios por infracción de tres patentes de diseño que incluyen la cara redondeada y el diseño de bisel del iPhone; así como la red de dieciséis iconos en la pantalla principal del teléfono.
El premio por daño abarca todo el beneficio que la empresa sudcoreana obtuvo de los teléfonos elaborados incluidos por la demanda, algo que Samsung dice que no sólo es injusto sino que se calcula sobre la base de una jurisprudencia que es obsoleta.
“Samsung está intensificando este caso, ya que considera que la forma en que las leyes se interpretan no está en consonancia con los tiempos modernos”, explicó la compañía en un comunicado.
Señores magistrados
Específicamente, Samsung está pidiendo a la Corte Suprema de Justicia proporcionar resoluciones sobre dos cuestiones:
- ¿Cuándo una patente de diseño incluye características que no contribuyen al diseño ornamental, un tribunal debe limitar la extensión de la patente a sólo las características ornamentales?
- ¿Cuándo una patente de diseño se aplica a un componente de un producto, los daños deben ser limitados a los beneficios atribuibles sólo para ese componente?
Samsung argumenta que la interpretación hecha en el caso ofrece un vehículo para los titulares de diseño de patentes para obtener ganancias inesperadas injustificadas, superando con creces el valor concebible de cualquier contribución inventiva.
Para ganar su argumento, Samsung tiene primero que convencer a la Corte Suprema incluso escuchar el caso: el tribunal recibe alrededor de 10.000 tales apelaciones al año y tiene el tiempo y la energía para oír unos 75 casos.
De lograr esto, entonces, Samsung tendría que argumentar con éxito el caso que se indica en su recurso de casación.
Ambas cosas están por verse.