Ya casi es un hábito aceptar sin dudar los términos y condiciones de cuanta página web lo requiere. Una de las ocasiones en las que pocos internautas se informan antes de darle a “aceptar” o a “rechazar” es en el caso de las cookies (“galletas” en inglés). Al navegar por internet no es raro cruzarse con un cartel advirtiendo que cierto sitio web almacena dichas cookies.
Estos rastreadores, según un informe de la Unión Europea, dado a conocer por el diario uruguayo “El Informador”, dice que 8 de cada 10 cookies permanecen guardadas en el dispositivo utilizado para navegar entre uno y dos años.
Para quienes no están familiarizados con el término, se trata de un código que almacena las preferencias del usuario en internet, con el fin de ofrecerle publicidad acorde a sus gustos. Para esto se basa en las búsquedas que realiza en sitios como Google, en las redes sociales y en las páginas web que visita, entre otros factores.
Con esta información genera un perfil muy preciso del usuario que luego será utilizado para hacerle llegar ofertas o promociones sobre aquello que en algún momento le interesó. Si bien este es el uso del que más se sabe, las cookies también pueden ser utilizadas para la protección de los datos del usuario.
¿Prohibirlas?
El uso de cookies no está prohibido por ninguna norma legal, pero para utilizarlas en una página web se debe pedir al usuario su consentimiento para instalarlas. Por el uso indebido de cookies, el administrador de una página web puede ser sometido en Europa a una multa de hasta € 150 mil. Para evitarlo debe existir en la web una sección de “política de cookies” en la que se informe al usuario del uso que se les dará.
En cuanto al tema de la seguridad, los cookies pueden, por ejemplo, guardar los datos de acceso a una red social, por lo que si se usa una computadora compartida es mejor deshabilitarlas en estos sitios.
Dos tipos
Las cookies temporales (o de sesión) desaparecen una vez que se cierra el navegador. Las permanentes se mantienen por cierto tiempo o hasta que el usuario las elimine manualmente. Estas son, por ejemplo, las de la ubicación del usuario. Otro tipo de cookies se encarga de rastrear al usuario con fines comerciales. Estas son las que generalmente permiten que veamos piezas publicitarias de algo que recientemente buscamos en Internet.