Los acuerdos de distribución de libros electrónicos de Amazon.com están siendo sometidos a una estrecha vigilancia por parte de la Unión Europea, que ha iniciado una investigación antimonopolio formal sobre contratos de la compañía con grupos de editores.
La acusación recayó de manera directa con el grupo editorial “La sonda”, y se centra en las en los términos y condiciones de los contratos de Amazon que les ofrece a otros editores o competidores.
El grupo editorial La Sonda, estaría siendo beneficiado en cuanto a los términos y condiciones que ofrecen los competidores, quienes aseguran que Amazon ofrece términos con condiciones inferiores a la competencia, dijo la Comisión en un comunicado de prensa.
Estas cláusulas pueden hacer que sea más difícil para otros vendedores de libros electrónicos competir con Amazon por el desarrollo de productos nuevos dijo la Comisión, quien además agregó que que investigará si las cláusulas limitan la competencia y reducen las opciones de los consumidores.
Si ese es el caso, Amazon podría violar las normas antimonopolio de la Unión Europea que prohíben el abuso de posición dominante en el mercado. La empresa negó las acusaciones, diciendo que sus acuerdos con los editores son legales y en el mejor interés de los lectores.
La compañía planea cooperar con la investigación, dijo. Amazonas es actualmente el mayor distribuidor de libros electrónicos en Europa, donde este tipo de publicaciones se han convertido son cada vez más populares. La investigación se centrará en los e-libros escritos en alemán e inglés, los mayores mercados de libros electrónicos en la UE, dijo la Comisión.
Esta investigación comenzó por iniciativa propia, y no como resultado de una queja, dijo el vocero de la UE, ya que dicho sector, el de los libros electrónicos ha sido objeto de investigación en Europa antes. En 2011, la Comisión abrió una investigación sobre ofertas de Apple con los editores sobre la sospecha de que se habían puesto de acuerdo para fijar los precios de los libros electrónicos.
Esas preocupaciones se abordaron en 2012 y 2013, cuando las empresas ofrecieron compromisos que fueron aceptados por la Comisión.