La empresa japonesa fabricante de tecnología Sony continúa mostrando números rojos. Sus finanzas no se recuperan tal como lo muestran los datos esbozados por la empresa entre abril y diciembre del año pasado. Pareciera que el panorama a mediano plazo no pareciera ser alentador para la compañía nipona, que ya ha cerrado varias sucursales a nivel mundial y suspendido proyectos.
Además el ciberataque a su filial cinematográfica fue demoledor, y a pesar de la mejora de sus ventas de videojuegos y de teléfonos móviles, los números no cambian de color, informó hoy la empresa nipona en un comunicado publicado por la agencia española de noticias, EFE.
El gigante tecnológico oriental registró unas pérdidas netas de 20.100 millones de yenes (148,7 millones de euros) en los primeros 9 meses del ejercicio fiscal nipón, tras ganar 9.900 millones de yenes (73,6 millones de euros) en el mismo periodo de 2013.
La compañía con sede en Tokio difundió hoy estos resultados de carácter provisional, que reflejan el “impacto estimado” que tuvo el ataque informático a su subsidiaria de producción cinematográfica, Sony Pictures Entertainment (SPE), aunque este efecto no está cuantificado económicamente, explicó Sony en el comunicado.
La empresa no pudo presentar sus resultados definitivos como estaba previsto debido a que esta filial estadounidense sufrió una “grave interrupción de su red de telecomunicaciones” causada por un ciberataque a finales noviembre, y que según Washington, tuvo su origen en Corea del norte.
En noviembre de 2014, un grupo de “hackers” robaron números de identificación fiscal y partes médicos de más de 3.000 empleados de la compañía, y lanzaron un ultimátum para que Sony no estrenara la película “The Interview”, cuyo debut estaba fijado para el pasado 25 de diciembre.
Los piratas, autodenominados Guardians of Peace (GOP), también se apropiaron de cinco películas de Sony, por aquel entonces sin estrenar, que filtraron en internet.
Una investigación realizada por el FBI concluyó que el ataque fue orquestado desde Corea del Norte, aunque Pyongyang negó tajantemente su responsabilidad pese a que meses antes había llegado a calificar “The Interview” como un acto de guerra.
Esta comedia sobre un complot estadounidense para asesinar al líder norcoreano Kim Jong-un fue finalmente estrenada el 25 de diciembre en salas independientes de EEUU y en plataformas digitales, y a finales de ese mes llevaba recaudados unos 18 millones de dólares (15,2 millones de euros), según datos de SPE.
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