El Dr. Yrimia aseguró que América Latina sufre una crisis profunda a nivel de seguridad, y la tecnología ha agregado un nivel de complejidad extrema a las autoridades encargadas de atender este tema.
Solo por citar Brasil, podemos ver delante de nuestros ojos la inminencia del viaje Papal, el mundial de futbol y un poco más allá las Olimpiadas. Verdaderos “Honey Pots” para organizaciones que desean dar un golpe de efecto y ganar notoriedad global.
El presente nos muestra a un Brasil paralizado ante la respuesta de los indignados que utilizan las redes sociales como punto de partida para generar movilizaciones que persistentemente terminan en violencia con riesgo de vida para los ciudadanos.
La seguridad de la información relevante tanto personal como de los Estados nunca ha sido más difícil. Todos los días surgen nuevas vulnerabilidades que se descubren, más delitos se registran y toda la sociedad se vuelve menos segura.
Las organizaciones terroristas o delictivas conocen estas vulnerabilidades y las aprovechan de manera determinante para ser cada vez más efectivas, razón por la cual vemos crecer el delito en forma desmedida, en detrimento de fuerzas de seguridad atadas a viejos modelos totalmente perimidos en el campo.
Pero no hablo de un problema exclusivo de Brasil, informes que llegan a la Fundación DACSSI, la cual presido, nos muestran que toda la región sufre el mismo problema y que solo es cuestión de tiempo para que Argentina, Chile o Uruguay vivan desórdenes de magnitud, -comenta Yrimia- que escudan a organizaciones criminales favorecidas por estos hechos.
Con solo mirar a los titulares de los diarios podemos ver con más frecuencia, si es Anonymous el responsable del último ataque, si un Estado ha patrocinado espionaje cibernético o es parte de una la guerra en la Deep Web.
“Aún escuchamos casos de alguien que explota por cinco años un código malicioso y todavía encuentra víctimas, cuando pienso en las organizaciones criminales utilizando estas herramientas, veo una bola de nieve proyectada a la sociedad, cada vez más grande”. Aseguró el Dr. Héctor Luis Yrimia.
Actualmente, contamos con un modelo de seguridad estatal partido y sigue un espiral hacia abajo. La principal raíz del problema es que la economía, que no está alineada correctamente para asegurar la rendición de cuentas y de responsabilidad.
Como resultado, tenemos menos seguridad, costos más altos, y una mayor presión para optar por la conveniencia de la seguridad, afirma Yrimia.
Existe un fallo fundamental para lograr una alineación correcta y la transparencia en cualquiera de nuestras sociedades o de la seguridad de la información del gobierno.
Si no realizamos cambios fundamentales en el modelo de seguridad, estamos destinados a tener una erosión continua de nuestra seguridad, que también se traduce en una erosión de nuestra privacidad y la seguridad regional.
¿Por qué estamos perdiendo la guerra contra la delincuencia informática?
Ningún delincuente es tonto, los ataques de ciber seguridad no requieren tirar un solo tiro, y son fácilmente enmascarables, para evitar responsabilidades legales. Comenta Yrimia
Necesitamos un nuevo enfoque de seguridad regional o cambio de paradigma, que no sea radical, sino que ofrezca la esperanza de cambiar la ecuación de seguridad de la información.
Este cambio en el enfoque de la seguridad puede ser dividido en tres diferentes áreas:
Incorporar un enfoque diferente a la legislación, centrándose en afianzar los conceptos básicos y el establecimiento de la transparencia acerca de la postura de seguridad. Afirma Yrimia
Este enfoque no será aceptado por todo el mundo ya que muchos tienen la motivación y los intereses económicos que están en conflicto con el mantenimiento de las buenas prácticas de seguridad real.
Sin embargo, abordar estas tres áreas es nuestra mejor esperanza para cambiar el impulso hacia la mejora de la seguridad desde nuestra trayectoria actual.
Las normas y reglamentos deben ser más prescriptivos
Hoy, muchos reglamentos y normas están escritas en formas que pueden afectar negativamente buenas prácticas de seguridad en general. Ellos proporcionan una ilusión de seguridad sin los beneficios.
Necesitamos inyectar más transparencia para garantizar el cumplimiento de una de las grandes falacias en el entorno de seguridad de la información actual, el problema que la transparencia nos hace menos seguros y no más seguros.
La falta de transparencia permite que las organizaciones criminales se escondan en las sombras porque saben que nada malo va a pasar. Mientras que al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad e información del Estado que valoran una buena seguridad y gastan buen dinero para obtenerla, no logran despegarse del papel de rezagados en un ámbito ampliamente dinámico y veloz.
Los intentos de crear un poco de visibilidad sobre seguridad no ha ganado mucha relevancia y los esfuerzos descoordinados de desvanecen como aguan entre los dedos. Una de las principales razones de estos esfuerzos no han logrado se debe a las fuerzas que no quieren compartir la información relacionada con sus prácticas de seguridad. En cambio, las organizaciones delictivas si lo hacen, y son más efectivas a la hora de lograr objetivos. Finalizó el Dr, Héctor Luis Yrimia, experto en Seguridad y Presidente de la Fundación DACSSI.