En la actualidad, los clientes de un banco cubren sus necesidades financieras utilizando una amplia variedad de canales, ya que esperan información consistente de sus cuentas en todos los puntos de contacto. En este contexto, los bancos enfrentan el desafío de administrar la actualización y sincronización de los datos mientras que brindan saldos e información en tiempo real desde todos los puntos de contacto.
Al mismo tiempo, los bancos cubren las necesidades técnicas y operativas, a medida que los sistemas bancarios se vuelven inexorablemente más complejos. El desarrollo, la actualización y el mantenimiento de sistemas aislados demanda un alto costo de recursos económicos y materiales, y el time-to-market se prolonga debido a demoras que se producen por realizar desarrollos independientes para cada canal. La transformación e integración de los distintos canales de atención se ha vuelto imperativo para mejorar el servicio al cliente y su rentabilidad. Como consecuencia, la demanda por soluciones que resuelvan esta necesidad viene creciendo a un ritmo insospechado desde hace algunos años.
La oferta del mercado regional permite a las instituciones financieras considerar soluciones a medida, y en esa decisión, el concepto de flexibilidad es fundamental.
Dicha solución debe estar acompañada, necesariamente, de un importante componente de servicio. De nada vale elegir un producto que satisfaga todas nuestras necesidades funcionales y tecnológicas si el mismo no viene de la mano de un proveedor que ofrezca un valor agregado basado en su experiencia previa en proyectos de similar envergadura.
Las soluciones tecnológicas orientadas a este tipo de entidades deben ofrecer componentes reutilizables para proveer integración de múltiples canales en los que se destacan las funcionalidades de ventas, el servicio al cliente y los sistemas transaccionales para ser explotados por todos los canales de atención como por ejemplo: Sucursales, Centros de contacto, Auto Servicio, Corresponsal Bancario, Banca Móvil, entre otros.
A estas circunstancias debe sumarse la situación actual de crisis económica que atraviesa el mundo y que ha llevado a ajustar los presupuestos del área de informática de las organizaciones. Esto revaloriza las inversiones estratégicas en soluciones IT que permitan a las entidades financieras aumentar la competitividad y hacer más rentable el negocio bancario. La innovación tecnológica es, sin dudas, una herramienta de suma importancia que ayudará a las compañías a superar definitivamente la crisis.
Las empresas que comprendan esto en buena medida tendrán una ventaja competitiva frente a aquellas que todavía siguen sin notar la gran influencia que la tecnología obtuvo sobre los procesos de negocio en los últimos años.
Pablo A. Chamorro
Retail Delivery Account Executive
Latin America & Caribbean Region – Unisys