La idea de que todos los dispositivos tendrían una conexión de red sin cables viene permeando el inconsciente colectivo hace más de 10 años.
Todos los dispositivos basados en la nube, que tengan un software que aproveche la inteligencia de la red, encuentran ya un público ansioso por adquirirlos.
La combinación de hardware, software y conectividad es la clave del futuro del hardware. Un ejemplo son los dispositivos, como los teléfonos inteligentes, que combinan hardware, software y conectividad para crear una plataforma que permite a los usuarios finales obtener de terceros distintos servicios por medio de las aplicaciones. Sin embargo, todo eso fue posible gracias a la nube, que se puede viabilizar de distintas maneras: privada, pública o híbrida, que combina las dos alternativas anteriores.
Actualmente, muchas empresas de diferentes sectores y tamaños quieren entrar en este nuevo estilo de computación en la nube para alcanzar mejores resultados de negocios. El hardware y el software se ven afectados por ese estilo, debido a la tecnología de virtualización que la impulsa. En los negocios, nada será lo mismo. No obstante, para entrar en la nube es necesario invertir en la implementación de hardware físico.
Por eso, la elección de las soluciones de hardware para crear la informática de nube, sea cual fuere su modalidad, es determinante para el éxito o el fracaso de la iniciativa. En general, para que una empresa en crecimiento aumentara su infraestructura de TI, era necesario adquirir soluciones de hardware y solamente elegir un paquete de software. Cuando surgía una necesidad nueva, se repetía el proceso. La nube cambia por completo ese mecanismo. El hardware se necesitará siempre, porque, independientemente de la tecnología de virtualización, siempre resultará imprescindible algún equipo físico para ejecutar todos los niveles lógicos.
La diferencia estará en la forma de elegir el hardware, que no se basará en especificaciones, como el tipo de procesador o la unidad de almacenamiento, sino en unidades de medida simples. Esto sucederá porque sólo se adquirirá lo estrictamente necesario, ya que será posible utilizar partes de la nube por períodos y en cantidades predeterminadas. En el caso de una empresa que busque potencia extra o más almacenamiento para un mes en particular, por ejemplo, será suficiente que un usuario luego haga algunos clics en un sistema online y el asunto estará resuelto. La adquisición de hardware definitivamente minimizará el costo de la infraestructura de TI de las empresas. Permitirá también una administración más eficiente de las aplicaciones de software que se ejecutarán en varias plataformas distintas de hardware en la nube. Sin embargo, también es necesario considerar la necesidad de reducir los costos de operación de los centros de datos, de la nube, incluso para convertir la virtualización en una acción social y ambientalmente responsable.
Por lo tanto, la informática de nube debe ser una opción inteligente, flexible, escalable, absolutamente productiva, objetiva y hasta “ecológica”. En la actualidad, en el mercado ya existen equipos de hardware desarrollados para atender esa demanda apremiante de virtualizar y agregar todo lo posible en la nube, pero es necesario estar atentos a la calidad, facilidad de integración y escalabilidad de la infraestructura de los centros de datos para que sean viables en la nube, reduciendo al máximo el costo total de propiedad (TCO, por su sigla en inglés), el consumo de energía y otros recursos. ¿Cómo hacerlo? Esta es la pregunta que hoy se hacen la mayoría de los CIO y sus equipos, y que puede tener respuestas disímiles. Lo ideal es contar con equipos de hardware y software que se integren perfectamente, que tengan un estándar mundial de calidad. Así, es posible obtener resultados rápidamente.
Esto, sin duda, facilita razonablemente la expansión de la infraestructura de las nubes privadas o públicas para generar crecimiento en los negocios. Si en un único equipo de hardware fuera posible encontrar una base de datos, servidores, redes y almacenamiento, sería aún mejor. Son indiscutibles las ventajas de contar con un hardware que pueda integrarse fácilmente en otro, que ejecute todas las aplicaciones de la compañía. Esto permite una mejor escalabilidad, mayor velocidad, desempeño y eficacia. Para alcanzar esta situación ideal sólo falta verificar que estas soluciones de hardware puedan implementarse fácilmente y funcionar, según el caso, en hasta cuatro días. Es cierto que estas características son muy interesantes para un entorno de nube. Este resultado fue lo que Oracle, por ejemplo, logró hacer al adquirir e incorporar la tecnología de Sun y lanzar Oracle Exadata Database Machine y Oracle Exalogic Elastic Cloud. Actualmente, existen distintas alternativas de hardware y software pensadas específicamente para viabilizar la nube privada o pública para las grandes empresas o para aquellas en crecimiento. Todas pueden contratar la informática de nube a los grandes proveedores de servicios, pagando solamente una porción de lo que consumirán de la infraestructura. Una cuestión importante para evaluar es si se selecciona lo mejor de lo que ofrece cada proveedor de TI o si es mejor concentrar toda la infraestructura en uno solo. Ciertamente, algunos gerentes de TI y de finanzas cuestionan cuáles son los riesgos de optar por un único proveedor.
Por otra parte, también existe el riesgo de depender de cuatro, cinco o más fabricantes de hardware y software para descubrir lo que está ocurriendo cuando la nube o una parte de ella sale del aire. Finalmente, con la sofisticación tecnológica y una mayor interconectividad entre las diferentes tecnologías, encontrar una solución para cada empresa se volvió más difícil, pues existen muchas opciones buenas para distintas situaciones. Hoy, más que nunca, es necesario evaluar con cuidado las cuestiones mencionadas anteriormente, como la seguridad de la información, las demandas específicas de cada empresa y del mercado en el que actúan. El mercado de hardware experimenta una gran revolución, con una integración cada vez mayor del software y sigue la tendencia de personalizar sus soluciones para brindar respuestas a un mundo cada vez más virtualizado, exigente y competitivo.
Por: Edilson Fuzetti, vicepresidente de Ventas de Sistemas de Oracle Brasil