Mientras el mercado sigue demandando más innovación de las empresas, la capacitación es un factor fundamental en el proceso de transformación.
La escasez de talento permite anticipar estimaciones de un 70% en el presupuesto de gastos de las organizaciones hasta el 2030.
En la mayoría de los sectores industriales, las demandas de los consumidores son crecientes, buscando de experiencias más sofisticadas.
No obstante, estas demandas precisan de talento calificado que ejecute la transformación digital que permitirá satisfacer los requerimientos de los clientes.
Según estimaciones de analistas del mercado, para 2030 la demanda de profesionales certificados en tecnología de la información (TI) en Latinoamérica crecerá hasta diez veces en comparación con 2020.
En la práctica, eso significa que ya hoy la demanda de talento es alrededor de cinco veces mayor a lo que el mercado tiene disponible.
Frente a ello, la capacitación en automatización o Inteligencia Artificial (IA) del personal que ya se encuentra en las organizaciones es quizás la inversión menos costosa para acelerar la transformación digital.
“Con la automatización, la IA y la adopción de nuevas tecnologías, las empresas están redefiniendo sus estrategias tanto de contratación como de retención de talento, generando importantes oportunidades en el sector”, explicó el CEO de ESSAD, Jesús Moscoso.
El especialista destacó que el 70% del gasto empresarial en la región estará dirigido en 2030 a tecnologías enfocadas en la transformación digital.
Los cargos más demandados
Una de las dificultades que enfrentan las empresas es que la tecnología está en constante cambio, modificando el futuro del empleo. También de las personas y los roles que juegan en las organizaciones.
Es por ello que la clave para el éxito radica en la capacidad de adaptación y aprendizaje continuo de los profesionales del sector.
La capacitación, entonces, se impone como estrategia fundamental para la supervivencia.
Sin embargo, la brecha de habilidades TI representa un desafío significativo, con un impacto económico que se estimó en US$ 34.800 millones para 2022.
Los avances tecnológicos han generado una alta demanda de talento especializado en diversas áreas clave:
Inteligencia Artificial y Machine Learning
- Ingenieros en IA y Machine Learning
- Administradores de bases de datos
Big Data y Analítica
- Ingenieros de datos
- Analistas de datos
- Científicos de datos
Computación en la Nube
- Especialistas en AWS
- Ingenieros en la nube
- Arquitectos de software
- Desarrolladores Full-stack y DevOps
Ciberseguridad
- Especialistas en seguridad informática
- Analistas de seguridad
Otras tendencias
De acuerdo con el análisis del departamento de RPO de ESSAD, encargado de conectar a las empresas con el talento IT más especializado, estas son las tendencias en el ámbito de la gestión del Talento que veremos tanto en 2025 como en los próximos años:
1.- Inteligencia Artificial y Automatización
La combinación de la inteligencia artificial (IA) con el desarrollo en robótica y maquinaria inteligente está impulsando la innovación en diversos sectores.
Se espera que la IA continúe generando nuevos puestos de trabajo en informática y telecomunicaciones, beneficiando particularmente a los profesionales con formación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
2.- Incorporación de Millennials y Diversidad Generacional
Para 2025, se prevé que un tercio de la fuerza laboral tecnológica esté compuesta por millennials, generando una dinámica empresarial diferente.
La convivencia intergeneracional, así como una fuerza laboral más diversa serán claves para la adaptabilidad y crecimiento de las empresas.
3.- Trabajo Flexible y Teletrabajo
La implementación de tecnologías como redes 5G y plataformas digitales ha permitido la consolidación del trabajo remoto.
Las empresas están adoptando modelos laborales más flexibles, lo que ha mejorado la conciliación entre la vida personal y profesional, aumentando la productividad en muchos casos.
4.- Enfoque en Igualdad, Diversidad e Inclusión
Los procesos de reclutamiento están evolucionando para priorizar la equidad y la diversidad. Se valoran cada vez más las habilidades transversales y los perfiles que fomentan la inclusión en los entornos laborales.