Cuando Paul Allen no está en los estrados judiciales haciendo un juicio por patentes que le pertenecen, el filántropo y co-fundador de Microsoft invierte su dinero en proyectos como el FlipStart, el lucrativo y atractivo negocio de los vuelos espaciales privados.
Allen conformo un equipo con el diseñador aeroespacial Burt Rutan y Elon Musk para sorprender a todos con Stratolaunch Systems, una nueva firma cuya primera plataforma será creada y montada por Scaled Composites, la empresa que es propiedad de Rutan, con la intención de acarrear un cohete de alrededor de 36 metros de largo perfeccionado por SpaceX, conducida por Musk.
La idea con este avión, cuya envergadura equivale a dos Boeing 747 (alrededor de 115 metros aproximadamente), es convertirlo en una plataforma voladora de lanzamiento para futuras misiones espaciales.
La ventaja radica en que tirar un cohete espacial en la estratosfera admitirá reducir de forma sustancial los costos con respecto al modelo de transbordador que utilizaba la NASA, concibiendo la posibilidad de poner en órbita cápsulas tripuladas y satélites con mayor rapidez y a un costo acotado, evitando fundamentalmente riesgos.
Los vuelos de prueba están proyectados para 2015 y varios ex NASA se están sumando al proyecto como parte activa del desarrollo