El reto de las empresas se trata de generar propósitos superiores, lo cual se logra al educar jóvenes con consciencia comunal.
Por: Lucas Medola | CFO PayPal Latam
Hace un par de años, hablábamos en otro artículo sobre capitalismo consciente y sus beneficios, resaltando la real falta de educación que existe sobre el mismo a todo nivel y repasando sus pilares más importantes.
Hoy, considero apropiado volver a tocar este tema, considerando los grandes cambios e impactos que han experimentado el mundo, los negocios y la gente en general debido a la pandemia.
No es novedad que hoy más que nunca el consumidor esta inclinado y muy consciente sobre apoyar a las empresas que tengan un impacto positivo en el mundo y que – sobre todo – tengan entre sus prioridades “propósitos superiores”.
Es decir el constante objetivo de servir a la comunidad y de luchar por una causa común.
La pandemia definitivamente ha generado empatía y un sentido de comunidad muy grande en todos.
Y si hablamos de negocios, bajo el capitalismo consciente, las empresas tienen el poder de crear oportunidades sin sacrificar las ganancias, que son claves para que puedan financiar justamente la búsqueda de este objetivo superior.
Más allá de la tradición
Eso sí, deben dejar de lado la ambición, la acumulación de riqueza y poder, así como la visión de promover un capitalismo tradicional, enfocado en el dinero.
Para entenderlo debemos ponerlo en perspectiva e informarnos sobre la verdadera situación en la que nos encontramos.
Solo hace falta ver algunas cifras…
- El 50% de la población mundial no ha visto un aumento en la riqueza (Oxfam Internacional)
- El 85% de las personas que tienen trabajo, lo odian (Gallup)
Esto es claramente un aviso de que tenemos que cambiar este camino de desigualdad.
El cambio en los valores y ética de las empresas, sus líderes, así como la promoción de mejoras ambientales y sociales es algo verdaderamente inspirador que se ya es una meta en varios países.
Sin embargo, en nuestra región este concepto no ha penetrado por completo.
Con todos los obstáculos económicos y políticos que enfrentamos diariamente, America Latina tiene aún un largo camino por recorrer para dejar atrás varios formatos y visiones antiguas.
Nuevo paradigma, práctica y perspectiva
Nuevo paradigma, práctica y perspectiva
De todas maneras, no todo el panorama en la región desalentador, ya que existe un creciente interés y compromiso de las empresas latinoamericanas en educar sobre la importancia de hacer negocios en beneficio de todos y cada uno de los grupos de la sociedad.
A su vez, vemos cada vez más inclinación por cubrir el tema de parte de lideres de opinión y educadores.
Es un proceso, en el que ya estamos embarcados. Además, existe cada vez más gente joven involucrada y muy comprometida con exigir cambios.
Esto, por supuesto, tienen una repercusión muy fuerte entre los empresarios a la hora de tomar decisiones.
Mas allá de cualquier circunstancia y del escenario que vivamos en nuestros diferentes países, me llena de esperanza pensar que la consciencia en este campo también se está dando y que estamos educando hijos y forjando profesionales que tendrán en su ADN una manera distinta de enfocar el trabajo, las ganancias y el verdadero éxito.
Un futuro de propósitos superiores
No sólo eso, sino que la inclusión, diversidad, igual de género, y los temas ambientales ya forman parte de la agenda de las compañías en la región. Esto no sucedía antes. Podemos decir que hemos dado un gran paso.
Y esto traerá consecuencias muy positivas como clientes, empleados, y accionistas más comprometidos, mayor creatividad y lealtad, un ecosistema motivador y gente con convicciones fuertes y ganas de mejorar la sociedad.
Un ambiente así, claramente, solo puede llevarnos al éxito.
En un mundo cada vez más liderado por corporaciones, es clave poner en primer plano la responsabilidad social.
América Latina dar varios pasos en su mentalidad corporativa para su sano desarrollo.
Como empresarios debemos promover cambios en la manera de pensar y de actuar y la motivación para ir al trabajo cada día.
Solo a través de una conciencia corporativa con una misma meta y valores lograremos un avances significativos.