Toda América Latina mira con atención el modelo que implementa Argentina en el desarrollo de su modelo de Televisión Digital Abierta.
El liderazgo político unido a la sólida consciencia social de grupos empresarios que se han comprometido con este modelo, está generando resultados óptimos que muy pronto veremos calcarse en otros países de la región y del mundo.
En el Gran Buenos Aires en Argentina, en los próximos meses se verán 8 señales de TV Comercial nuevas y 8 señales de TV de ONG´s, más 4 nuevas señales para Teléfonos Celulares (One Sec, de Baja Definición); todo esto en el marco de la Implementación de la Ley de Servicios De Comunicación Audiovisual.
De las 220 señales de aire que se están licitando en este momento en todo el país, se concursarán un total de 16 en la Ciudad de Buenos Aires. De las ocho frecuencias comerciales, dos tendrán un alcance de 12 kilómetros cuadrados, mientras que otras seis, más potentes, llegarán a 70 kilómetros cuadrados, más allá de los límites de la Capital, y alcanzarán a las localidades del Conurbano Bonaerense (Estos datos son teóricos, y depende la recepción de la Calidad del Sintonizador y la Antena del mismo). Lo mismo sucederá con las frecuencias que sean asignadas a las organizaciones civiles, como sindicatos, fundaciones o iglesias.
Dos factores centrales produjeron que este cambio de paradigma cultural sea posible: la sanción de la Ley 26.522 de Comunicación Audiovisual, que dio el marco legal para que en el país se liciten esas frecuencias, que permite ampliar la oferta de Canales, Contenidos y mayor competencia, más la adscripción a la norma japonesa, junto con otros países de América Latina, que abrió la posibilidad de llamar a concurso en la banda UHF, más comúnmente llamada “aire”. Esta nueva banda, además de brindar TV abierta y digital –incluso en alta definición (HD por sus iniciales en ingles de high definition), también se podrá usar para telecomunicaciones e Internet.
Los concursos, que se anunciaron el día del lanzamiento de la candidatura de Cristina Fernández, vencen en un mes y medio. Entre el 9 y el 15 de noviembre se termina el tiempo para comprar los pliegos. Luego, un jurado analizará diferentes aspectos de las propuestas. Una de las principales cuestiones a evaluar es el arraigo, es decir, el compromiso de la señal con la realidad económica, política y cultural de la comunidad en donde emite. También se tendrá en cuenta el nivel de inversión que aportará el empresario y su capacidad de emplear trabajadores y sostener sus puestos. Otra de las características centrales a considerar es el proyecto cultural y comunicacional que se propone.
Luego del procedimiento de evaluación del jurado, cada oferente obtendrá un puntaje. Los cuatro mejores se quedarán con las frecuencias, y el primero se lleva de yapa el One Sec, o sea, la frecuencia para transmitir a celular. Los ganadores deberán explotar el servicio hasta que finalice la licencia, que dura diez años (con opción a diez años más) y no son transferibles, o sea, que no hay posibilidad de reventa. Si no se cumple con la propuesta comunicacional que se expuso para ganar la licitación, la ley contempla mecanismos de sanciones y hasta la pérdida de licencias.
Una vez adjudicadas, las señales comenzarán a emitir desde la plataforma de ARSAT (Empresa argentina de Soluciones Satelitales de capital estatal, llamada “La Nueva Entel”), que aportará la planta transmisora instalada en el barrio porteño de Villa Lugano, la antena y la electricidad, a cambio de una expensa mensual. Otra de las novedades es que las empresas de TV por cable estarán obligadas a transmitir las nuevas señales.
Entre las Misiones y Funciones de Arsat, está la Implementación del Programa Argentina Conectada, para llevar Fibra Óptica a todo el país, tanto en las zonas con Presencia de Telefónica y Telecom, como en las zonas “olvidadas”. Arsat debe además hacerse cargo del Transporte de las señales Televisivas de Alcance Nacional, del sistema de Televisión Digital Abierta.
Por su parte, los nuevos empresarios de medios estarán obligados a ofrecer como mínimo un 60% de producción nacional, un 30% de producción propia, que debe incluir informativos locales, y un 30% de producción local independiente cuando se trate de ciudades de más de 1,5 millones de habitantes. La producción independiente baja al 15% cuando las ciudades tengan menos de 600 mil habitantes, y al 10% en las localidades más chicas. También deberán brindar programación infantil durante la mañana.
Además será obligatorio que el noticiero del horario principal sea el local y no, como pasa en las ciudades de las distintas provincias, que se emita el informativo de Buenos Aires. Para poder cumplir con todos estos requisitos, los nuevos canales podrán echar mano en parte a los contenidos del Banco de Contenidos Universales Argentinos (BACUA), y también se podrán hacer convenios con los canales del Estado, como Pakapaka o Encuentro. Ambos recursos servirán para apoyar el proyecto cultural del medio.
En concreto, además de generar más trabajo para productoras independientes, actores, técnicos, periodistas, guionistas, maquilladores, vestuaristas, diseñadores y locutores, dentro de muy poco estos nuevos canales de televisión de aire van a estar gratis a disposición de todos los televisores argentinos. Ya no será necesario estar abonado al cable para tener muchas opciones para ver la televisión.
Por Francisco Eduardo Piñeiro