Carolina Ibáñez, directora de Health en NTT Data Chile, explica por qué la gestión del cambio y la interoperabilidad son la clave para hospitales más digitales y centrados en el paciente.
La transformación digital en salud no es solo tecnología: es cultura, procesos y personas. Carolina Ibáñez, directora de Health en NTT Data Chile, lo dejó claro en el panel de expertos de The Standard CIO: “el mayor reto está en la resistencia al cambio”. Las organizaciones de salud son entornos jerárquicos, técnicos y muy sensibles a los resultados de cualquier innovación. Implementar tecnología sin un plan de gestión del cambio es “poner la carreta delante de los bueyes”.
Carolina insiste en que la gestión de confianza es el primer paso. Observar el quehacer diario de médicos, enfermeras y administrativos, entender sus fricciones y demostrar el valor de la tecnología es clave para que la adopción sea natural. Además, se requiere un acompañamiento a largo plazo, de entre 3 y 5 años, que permita victorias rápidas (“quick wins”) y una transición sin disrupciones críticas en la atención.
Un punto relevante que destacó es la heterogeneidad del sistema: el sector público y privado toman decisiones y asignan presupuestos de manera distinta. Para que la transformación digital tenga éxito, es vital alinear los objetivos estratégicos con un presupuesto realista y con indicadores que midan el impacto de cada fase del proyecto.
Errores comunes y cómo evitarlos
Imponer soluciones tecnológicas sin entender el problema real genera rechazo. “Cuando la tecnología está al servicio de los clínicos, su valor es evidente”, explica Carolina. Por eso, el diseño de cada iniciativa debe partir de un análisis de procesos y de la participación de equipos multidisciplinarios.
Además, es crítico capacitar al personal en el uso de nuevas herramientas. De lo contrario, la fricción aumenta y los proyectos se estancan. “La tecnología debe ser vista como apoyo, no como amenaza”, recalca.
Interoperabilidad: la palanca de cambio
La interoperabilidad es otro de los puntos centrales para Carolina. “El paciente no debería seguir cargando CDs con sus exámenes”, apunta. La portabilidad de datos clínicos es esencial para la continuidad de la atención, pero debe garantizarse de forma segura y cumpliendo normativas de protección de datos. Esto exige colaboración público-privada, comunicación temprana con los reguladores y auditorías constantes.
El hospital del futuro
Carolina visualiza hospitales adaptables, donde las personas estén en el centro y los sistemas se transformen en organizaciones data-driven, generando información que beneficie a los clínicos y pacientes. La transformación digital, la ciberseguridad y la interoperabilidad deben ser los pilares de esta evolución.
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