Los organismos multilaterales han reiterado la desigualdad en América Latina. Una brecha que ni las fintechs han logrado cerrar.
Si bien cada país tiene sus propias realidades, los estudios de Finnovista y el BID evidencian que la brecha digital se acentúa con la tradicional de la ruralidad.
De vez en cuando los avances tecnológicos sirven para hacer evidentes esas contradicciones que persisten en los países de renta media y baja.
También existen en los más ricos pero, allí, las desigualdades no resueltas suelen estar bastante mejor gestionadas y ser un poco menos evidentes.
No es el caso de América Latina. Incluso las economías más poderosas de la región, como México y Brasil, quedan descubiertas cuando se profundiza en lo que dicen los indicadores tecnológicos.
El sector de las empresas fintechs es un buen ejemplo de que la disrupción no puede cerrar del todo las brechas estructurales.
Así, en México, pese a que el país es el segundo con más desarrollo de empresas financieras digitales y que casi el 30% de las empresas de su ecosistema son de origen extranjero, los problemas de exclusión están lejos de su resolución.
La buena noticia es que hay espacio para que el sector siga creciendo. ¿La mala? Que, como pasa con las telecomunicaciones, las regiones y localidades donde más se puede crecer son aquellas que más inversión precisan.
“La falta de conectividad impide la expansión de los servicios digitales y amenaza con perpetuar la exclusión financiera”, resalta el informe “La Evolución de los Servicios Financieros Digitales en México 2025”, elaborado por Finnovista, Deloitte y Creel.
Del efectivo a la experiencia
El informe de Creel, Finnovista y Deloitte destaca que, a pesar del impulso de ecosistema fintech en México, se evidencia la necesidad de una evolución estratégica del modelo, capaz de traducir su alcance digital en impacto financiero tangible.
Esto, probablemente, no será posible si no se llega a los sectores que más necesitan tanto de financiamiento como de servicios financieros. Y las brechas para lograr esto aún son muy importantes:
- Más de 14 millones de personas no tienen acceso a internet ni a teléfonos inteligentes
- En estados como Chiapas, por ejemplo, el acceso a internet móvil es inferior al 75 %
- Igualmente, 9 millones de personas en todo el país permanecen fuera del sistema financiero
- 90% de la población utiliza el efectivo a diario, siendo esta la forma de pago dominante
Estos dos últimos datos hacen que resulte evidente que la evolución del ecosistema de pagos digitales en México puede lucir espectacular. Pero aún es insuficiente para mejorar el desarrollo en todo el territorio.
“La innovación no puede dejar atrás a nadie. Como industria, tenemos la responsabilidad de crear soluciones accesibles incluso para quienes hoy no tienen conectividad”, afirmó frente a estos números el Jefe de Estrategia de Galileo, Tory Jackson.
Nuevos hábitos, nuevas realidades
El informe se Finnovista rescata que, según Banxico. Entre las razones que se han establecido para una persistencia tan grande se uso de efectivo figuran:
- La practicidad (43%)
- La falta de alternativas (19%)
- Y la percepción de seguridad (11%)
El informe destaca que este arraigo cultural dificulta la migración hacia modelos 100 % digitales.
Por ello, más que un dato, constituye un llamado que sitúa a la inclusión como un imperativo tecnológico y ético para el futuro del sector.
Sin embargo, una nueva fuerza está reconfigurando los hábitos financieros: la llamada “Gustamomics”.
Esta tendencia, liderada por consumidores jóvenes, exige experiencias financieras fluidas, centradas en el usuario y sin fricciones.
La tecnología ya no es un lujo, sino una expectativa básica. En este entorno, la fidelización digital (y no solo la adquisición de usuarios) se vuelve el verdadero campo de competencia para las fintech.
Tory Jackson lo sintetiza así: “México es hoy uno de los ecosistemas más vibrantes para las fintechs a nivel global. La combinación de talento, mercado y necesidad de innovación lo convierte en un hub estratégico para cualquier actor del sector”.