Reforzar la ciberseguridad requiere más que tecnología. Por ello, Mercantil no solo renueva y actualiza sus aplicaciones móviles.
La centenaria institución, también, realiza jornadas de formación y educación de sus usuarios para optimizar la utilización y aprovechamiento seguro de las apps.
Usabilidad y seguridad. Sobre estas dos bases, Mercantil Banco celebra su primer centenario de existencia con una actualización de todas sus plataformas.
Recientemente, la empresa anunció que ha dado un paso significativo en la consolidación de su arquitectura digital: la renovación de sus plataformas Mercantil Móvil, tanto para Personas como para Empresas.
Las nuevas versiones integran mejoras que combinan:
- Eficiencia operativa
- Autenticación biométrica
- Navegación intuitiva
- Y resiliencia transaccional
Todo ello con miras a proporcionar a sus clientes, tanto privados como corporativos, una experiencia de uso más segura y fluida.
“Buscamos un equilibrio entre seguridad y facilidad de uso, crucial para la adopción digital”, señaló el equipo de innovación del banco en un comunicado oficial.
Las versiones renovadas han escalado significativamente en la satisfacción del cliente. Este resultado valida la estrategia de transformación digital de Mercantil, demostrando que las inversiones tecnológicas generan retornos medibles en la percepción y lealtad del cliente.
Potenciar la gestión financiera corporativa
Tanto en el aplicativo para personas como para el corporativo, la seguridad y la usabilidad han sido reforzadas para facilitar su uso m, así como para potenciarlo.
En particular, la app de Mercantil Móvil Empresas fue optimizada con una nueva interfaz y experiencia de usuario. El nuevo ambiente facilita tanto la navegación como la visualización de información clave.
Así, se amplió la consulta de operaciones Tpago para incluir:
- Transacciones C2P
- Vuelto
- Y P2C
Estas operaciones proporcionan a las organizaciones una visión más completa.
También el nuevo aplicativo móvil incorpora los esenciales pagos fiscales y parafiscales, así como los principales servicios públicos.
Todo ello transforma a la aplicación de Mercantil Banco de una herramienta bancaria a una plataforma integral de gestión financiera empresarial.
Esto profundiza la integración de Mercantil en el ecosistema B2B, consolidando su posición como socio principal para las necesidades financieras corporativas.
“En este entorno digital, la lealtad del cliente no se gana con velocidad ni con promociones. Se construye con arquitectura confiable, con escucha activa y con coherencia en cada interacción”, resaltó gerente Red de Oficinas de Mercantil Banco Universal, Reinaldo Albarrán.
Prevención de estafas: la educación como escudo
Pero, en el mundo de hoy, la actualización tecnológica no es suficiente para proteger a los usuarios.
Más allá de los avances técnicos, Mercantil ha reforzado su enfoque de ciberseguridad a través de campañas educativas presenciales en oficinas clave y una estrategia permanente en redes sociales.
El objetivo: sensibilizar a los usuarios frente a amenazas emergentes como perfiles falsos, phishing bancario y sitios fraudulentos.
Según cifras de la Asociación Bancaria de Venezuela, el 75% de las estafas en línea detectadas en el último cuatrimestre de 2024 ocurrieron mediante cuentas falsas.
Estas suplantan a entidades bancarias en redes sociales. Le siguen los sitios web engañosos (14 %) y correos maliciosos (11 %).
El diagnóstico es claro: el ataque ya no solo es técnico sino relacional.
En respuesta, Mercantil ha definido recomendaciones críticas: nunca compartir credenciales, validar la autenticidad de enlaces y operar exclusivamente en canales oficiales.
“Este enfoque de ciberseguridad, que va más allá de la tecnología e invierte en la educación directa del usuario, fortalece la última milla de la seguridad”, destacó Reinaldo Albarrán, gerente Red de Oficinas de Mercantil Banco Universal.
Tal postura conecta seguridad con sostenibilidad, incorporando la protección al cliente como parte del marco ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza).
De esta manera, la educación digital deja de ser opcional: se convierte en un activo reputacional y operativo.