Junto con otros dos grandes bancos internacionales, BBVA Research lanzó una red global de investigación económica.
El dato más importante es que esta alianza utiliza datos de transacciones financieras. De esta manera, genera indicadores macroeconómicos, prácticamente, en tiempo real.
Frente a un escenario de agitación geopolítica, inflación y volatilidad en los precios de la mayoría de la modelas, estudiar la realidad económica se vuelve urgente.
Así lo ha entendido BBVA Research. Para reducir la complejidad, el riesgo y contar con información que permita tomar decisiones acertadas apela a la tecnología y a la colaboración.
En alianza con otros dos grandes bancos internacionales, ha lanzado una red global de investigación económica que utiliza datos de transacciones financieras para generar indicadores macroeconómicos en tiempo real. Prácticamente.
El proyecto es pionero y responde a la creciente demanda de información de alta frecuencia que complemente las estadísticas tradicionales.
Ello con el objetivo de afinar pronósticos y reaccionar con mayor agilidad ante oscilaciones en el consumo, el ahorro y la inversión.
“La red global aprovechará la información de transacciones financieras anónimas para generar indicadores macroeconómicos en tiempo casi real”, explicó el director de Economía y Estrategia de BBVA Research, José Manuel González-Páramo.
El ejecutivo destacó que, de esta manera, se mejora la precisión de las previsiones y la capacidad de respuesta de los responsables de política económica.
Saber para hacer
Según el comunicado conjunto, la iniciativa agrupará datos anónimos y agregados de pagos con tarjeta, transferencias y otras operaciones bancarias. Ello garantiza el pleno cumplimiento de las normativas de privacidad.
Los primeros reportes ofrecerán mediciones semanales de gastos en sectores clave como comercio minorista, hostelería y transporte.
Con ello, firmas de inversión, organismos públicos y corporaciones podrán anticipar con semanas de antelación tendencias que hasta ahora solo se detectaban con meses de retraso.
“Este proyecto representa un gran paso en la digitalización de la investigación económica, así como la mejora de la calidad y la granularidad de los datos disponibles para todos los agentes del mercado”, subrayó la economista senior de uno de los bancos asociados, Ana Rodríguez.
El valor distintivo de esta red reside en su capacidad para capturar el pulso de la actividad económica a un nivel de granularidad diario o semanal, algo inimaginable con encuestas convencionales.
Al combinar algoritmos de Big Data y técnicas de aprendizaje automático, la plataforma podrá desagregar tendencias por región, segmento de población e incluso rango de gasto, sin comprometer jamás la identidad de los clientes.
Tal visión intenta entender la evolución del consumo y la actividad empresarial en contextos de volatilidad como los generados por crisis sanitarias, geopolíticas o cambios en los precios de commodities.
Transacciones anónimas, sensor macroeconómico de alta frecuencia
Al disponer de señales adelantadas, los bancos centrales y ministerios de Economía pueden ajustar políticas fiscales o monetarias con mayor tacto.
Mientras, las compañías pueden optimizar inventarios, promociones y planes de expansión.
La arquitectura de la red se asienta en un modelo colaborativo y modular.
Cualquier entidad financiera o proveedor de datos que cumpla con los estándares de anonimato y seguridad podrá sumarse en una segunda fase. Ello amplía, así, la cobertura geográfica y sectorial.
“Este proyecto representa un gran paso en la digitalización de la investigación económica y la mejora de la calidad, sin contar con la granularidad de los datos disponibles para todos los agentes del mercado”, subrayó Ana Rodríguez, economista senior de uno de los bancos asociados.
Esta escalabilidad permitirá reflejar dinámicas de países en desarrollo con economías más informales, donde la banca tradicional aún no capta la totalidad de las transacciones.
El diseño prevé estrictos marcos de gobernanza de datos, con auditorías externas y controles criptográficos que evitan cualquier trazabilidad individual.
Además, todos los participantes firman acuerdos de confidencialidad que refuerzan la confianza mutua y protegen la privacidad de sus clientes.
Con esta estructura, la red no solo aporta datos: construye un ecosistema de investigación compartida y transparente.
La iniciativa permitirá al BBVA Research y sus aliados no solo aceleran la modernización de la economía. También establecen un referente de cooperación interbancaria al servicio de la estabilidad y el crecimiento sostenible.