El mercado global de gemelos digitales se multiplicará por 30 hasta alcanzar los $154.000 millones en 2030.
La convergencia de IoT, computación de alto rendimiento y cloud computing impulsa una revolución tecnológica que transformará industrias desde la manufactura hasta la sanidad.
Los gemelos digitales han dejado de ser una curiosidad tecnológica para convertirse en el motor de una transformación industrial sin precedentes. Según las últimas proyecciones de GlobalData, este mercado experimentará un crecimiento explosivo del 35,6% anual, pasando de los $5.000 millones registrados en 2019 a una cifra estratosférica de $154.000 millones en 2030.
Esta evolución no es casual. La democratización de sensores de bajo coste integrados en dispositivos IoT, la caída progresiva de los precios en computación de alto rendimiento y la ubicuidad del cloud computing han creado el ecosistema perfecto para que los gemelos digitales proliferen más allá de los laboratorios de I+D.
Cuando la IA les encuentra
El informe “Digital Twins” de GlobalData revela que los avances en analítica de datos e inteligencia artificial actúan como catalizadores fundamentales de este crecimiento. No se trata simplemente de crear réplicas digitales estáticas, sino de desarrollar ecosistemas inteligentes capaces de aprender, predecir y optimizar operaciones en tiempo real.
“Las grandes corporaciones como Amazon han aprovechado su alcance y reputación para establecer alianzas estratégicas con empresas especializadas como Matterport y Anthropic, potenciando sus ofertas de gemelos digitales”, explica Aisha U-K Umaru, analista de Inteligencia Estratégica en GlobalData. “Paralelamente, compañías más pequeñas como Aerogility están proporcionando servicios altamente especializados para sectores específicos como el aeroespacial y de defensa”.
De la NASA al presente: una tecnología madura lista para escalar
Aunque pueda parecer futurista, los gemelos digitales tienen raíces profundas en la historia de la ingeniería. Su precursor más célebre se remonta a la misión Apollo 13 de la NASA en 1970, cuando los ingenieros utilizaron simulaciones terrestres para resolver la crisis espacial que mantuvo en vilo al mundo entero.
Desde entonces, la aplicación de esta tecnología se ha diversificado exponencialmente. “Los gemelos digitales se emplean actualmente en industrias tan variadas como petróleo y gas, energía, deporte y administración pública”, señala Umaru. “Su versatilidad les permite abordar desafíos que van desde la optimización de la eficiencia en una fábrica hasta el enriquecimiento de la experiencia visual para los aficionados deportivos”.
La era de los gemelos semánticos
La verdadera revolución llegará con los gemelos semánticos, una evolución híbrida que integra modelos de lenguaje natural (LLMs) para proporcionar un nivel de comprensión sin precedentes. Esta tecnología permite a los usuarios formular preguntas complejas sobre el gemelo digital y recibir respuestas contextualizadas que combinan el conocimiento específico del sistema con una comprensión más amplia del mundo.
Imaginemos un gemelo semántico de una ciudad inteligente al que se le pregunta: “¿Cómo puedo actualizar este gemelo para alinearlo con otras ciudades de población y sistemas de transporte similares que están gestionando la congestión del tráfico de manera más efectiva?”. La respuesta no será una simple consulta de datos, sino un análisis integral que considera patrones globales, mejores prácticas y variables contextuales específicas.
“La inteligencia artificial está permeando prácticamente todas las industrias, y puede aportar mayor profundidad a los gemelos digitales”, concluye Umaru. “Los gemelos semánticos permiten a los usuarios extraer un significado más profundo de sus réplicas digitales, utilizando LLMs como soporte estratégico”.
Esta convergencia tecnológica no solo promete optimizar procesos existentes, sino abrir nuevas fronteras en la toma de decisiones basada en datos, la predicción de fallos y la simulación de escenarios complejos. Para los CIOs, el mensaje es claro: los gemelos digitales han pasado de ser una opción experimental a convertirse en una necesidad estratégica para mantener la competitividad en la década que se avecina.