Un nuevo estudio de Kyndryl revela por qué el 95% de las empresas que han invertido en inteligencia artificial aún no están cosechando los frutos esperados.
La inteligencia artificial (IA empresarial) se ha convertido en el santo grial tecnológico de esta década, pero un reciente estudio global de Kyndryl arroja luz sobre una realidad incómoda: la mayoría de las organizaciones están navegando a ciegas en aguas turbulentas.
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El abismo entre inversión y preparación
Los números hablan por sí solos y pintan un panorama revelador. Mientras que el 95% de las compañías han puesto dinero sobre la mesa para implementar IA empresarial, un abrumador 71% de los líderes empresariales reconoce que sus equipos de trabajo simplemente no están preparados para aprovechar esta tecnología de manera efectiva.
Esta brecha no es solo estadística; es sintomática de un problema más profundo en la manera en que las organizaciones abordan la transformación digital. Estamos ante un fenómeno donde la urgencia por adoptar tecnología supera la capacidad de integrarla de manera orgánica en la cultura empresarial.
Cuando los CEOs y CIOs ven mundos diferentes
Uno de los hallazgos más fascinantes del estudio es la desconexión entre la alta dirección. Los CEOs son dos veces y media más propensos que los CIOs y CTOs a considerar que su infraestructura es inadecuada para soportar IA. Esta divergencia de perspectivas no es solo un detalle académico; es una señal de alarma sobre la falta de alineación estratégica en los niveles más altos de las organizaciones.
Mientras los CEOs tienden a buscar talento externo para solucionar los desafíos relacionados con IA, los directores de tecnología parecen tener una visión más pragmática sobre las capacidades internas. Esta discordancia ejecutiva puede ser precisamente lo que está frenando el progreso real.
Los abanderados: una minoría que marca la diferencia
Sin embargo, no todo es desaliento. El estudio identifica un grupo selecto—apenas el 14% de las empresas—que ha logrado lo que parece ser el equilibrio perfecto: implementar IA empresarial mientras preparan activamente a su fuerza laboral para el futuro.
Estos “AI Pacesetters” no llegaron ahí por casualidad. Han desarrollado estrategias específicas que los distinguen del resto:
- Gestión del cambio organizacional: Son tres veces más propensos a tener estrategias de gestión del cambio completamente implementadas. No se trata solo de instalar software; se trata de transformar mentalidades.
- Construcción de confianza: Reportan 29% menos problemas relacionados con el miedo de los empleados hacia la IA. Han entendido que la resistencia tecnológica es, en el fondo, resistencia psicológica.
- Mapeo de habilidades: Son 67% más propensos a tener herramientas y procesos para inventariar las habilidades actuales de sus empleados. Conocen su punto de partida antes de diseñar su destino.
La realidad del uso actual
Aquí viene otra revelación que debería hacer reflexionar a muchos líderes: a pesar de toda la inversión y el ruido mediático, en la mayoría de las organizaciones están usando la IA empresarial para tareas relativamente básicas. Las herramientas de IA generativa dominan el panorama, pero solo 4 de cada 10 líderes reportan usar insights impulsados por IA para mejorar la toma de decisiones o impulsar el crecimiento.
Más revelador aún: apenas una quinta parte de los líderes dice que el uso principal de IA en su organización es desarrollar nuevos productos y servicios para clientes. Estamos viendo una subutilización masiva del potencial transformador de esta tecnología.
El factor humano como diferenciador
“Preparar tu fuerza laboral para la era de la IAI es fácil de decir, difícil de hacer y un imperativo urgente para los líderes empresariales”, señala Maryjo Charbonnier, Chief Human Resources Officer de Kyndryl. Esta frase encapsula perfectamente el dilema actual.
Las organizaciones que están ganando la carrera del IA han entendido algo fundamental: la tecnología es solo la mitad de la ecuación. La otra mitad—quizás la más crítica—es humana.
Sectores en diferentes velocidades
El estudio también revela disparidades interesantes entre industrias. Banca, servicios financieros y seguros lideran en preparación, mientras que el sector salud muestra rezagos significativos. Esta variación sugiere que el contexto sectorial y regulatorio juega un papel crucial en la velocidad de adopción y preparación.
El camino hacia adelante
Los datos de Kyndryl nos confrontan con una realidad que muchas organizaciones prefieren ignorar: invertir en IA sin invertir en las personas que la utilizarán es como comprar un Ferrari para alguien que no sabe conducir.
El mensaje es claro para los líderes empresariales: la ventaja competitiva no vendrá de tener la IA más avanzada, sino de tener la organización mejor preparada para aprovecharla. En un mundo donde el 95% ya está invirtiendo en la tecnología, la diferenciación estará en la ejecución y la preparación humana.
La pregunta ya no es si tu empresa debería invertir en IA—probablemente ya lo ha hecho. La pregunta real es: ¿está tu organización preparada para ganar con ella?