La compañía israelí ha integrado su motor de IA ThreatCloud en la solución Harmony SASE para ofrecer protección automatizada y en tiempo real contra ciberataques sofisticados que evaden las defensas tradicionales.
En un contexto donde las amenazas digitales evolucionan constantemente en sofisticación y volumen, Check Point Software ha dado un paso significativo al incorporar su tecnología ThreatCloud AI directamente en su plataforma Harmony SASE. Esta integración promete transformar la manera en que las organizaciones abordan la ciberseguridad en entornos de red distribuidos.
El poder del análisis masivo de datos
ThreatCloud AI no es una tecnología nueva para Check Point, pero su integración específica en Harmony SASE marca un hito en términos de escalabilidad y eficiencia. El sistema procesa diariamente información proveniente de más de 150.000 redes conectadas y millones de dispositivos endpoint, alimentándose además de múltiples fuentes externas de amenazas y más de 50 tecnologías basadas en inteligencia artificial y machine learning.
Lo que resulta particularmente relevante para los CIOs es la capacidad del sistema para sincronizar actualizaciones de seguridad en tan solo dos segundos a nivel global. Esto significa que cuando se detecta una nueva amenaza en cualquier punto de la red de Check Point —sea en Sídney, Madrid o cualquier otra ubicación— la protección se propaga instantáneamente a todos los puntos de control sin intervención manual.
Más allá del análisis tradicional
La diferenciación clave de ThreatCloud AI radica en su enfoque holístico del análisis de amenazas. Mientras que los sistemas convencionales evalúan direcciones IP, URLs o dominios de forma aislada, esta tecnología analiza las relaciones e interconexiones entre estos elementos, proporcionando una visión más completa del comportamiento malicioso.
Los números hablan por sí solos: el sistema inspecciona diariamente más de 3.700 millones de sitios web y archivos, analiza 250 millones de correos electrónicos con contenido completo y emula el comportamiento de 86 millones de documentos. Esta capacidad de procesamiento masivo se traduce en una ventaja operativa tangible para las organizaciones que dependen de Harmony SASE.
Impacto en la estrategia de seguridad empresarial
Para los responsables de IT, esta integración ofrece cuatro beneficios fundamentales que van más allá de la mera detección de amenazas:
- Inteligencia en tiempo real. Garantiza que la protección esté siempre actualizada frente a amenazas emergentes, reduciendo significativamente la ventana de exposición que tradicionalmente aprovechan los atacantes.
- Prevención avanzada. Permite detectar y neutralizar ataques sofisticados antes de que penetren en la infraestructura corporativa, minimizando el riesgo de compromiso de datos críticos.
- Respuesta automatizada. Reduce drásticamente los tiempos de resolución de incidentes, optimizando el uso de recursos humanos especializados que pueden enfocarse en tareas estratégicas en lugar de reactivas.
- Control granular. Proporciona visibilidad integral del tráfico de red y actividad de usuarios, facilitando la implementación efectiva de políticas de seguridad alineadas con los objetivos de negocio.
Validación independiente
La eficacia de esta integración ha sido validada por Miercom, laboratorio independiente especializado en evaluaciones comparativas de seguridad. Durante una prueba de 24 horas con cientos de muestras de malware recién detectadas, el sistema demostró su capacidad para identificar y neutralizar amenazas desconocidas de forma consistente.
Esta validación externa resulta crucial para los CIOs que necesitan justificar inversiones en ciberseguridad ante consejos de administración cada vez más conscientes del impacto económico de los ciberataques.
Perspectiva estratégica
La integración de ThreatCloud AI en Harmony SASE representa una evolución natural hacia arquitecturas de seguridad más inteligentes y automatizadas. Para las organizaciones que ya han adoptado modelos SASE, esta mejora ofrece una oportunidad de reforzar su postura de seguridad sin aumentar significativamente la complejidad operativa.
No obstante, es importante recordar que ninguna tecnología, por avanzada que sea, sustituye la necesidad de una estrategia integral de ciberseguridad que incluya formación del personal, políticas claras y procedimientos de respuesta a incidentes bien definidos.
La propuesta de Check Point apunta hacia un futuro donde la inteligencia artificial no solo detecta amenazas, sino que anticipa y previene ataques antes de que estos se materialicen, transformando la ciberseguridad de una disciplina reactiva a una proactiva.