La búsqueda de una mayor seguridad es global y la biometría se encuentre entre las tecnologías en auge del sector.
No es para todas las industrias, sin embargo. Conocer los desafíos que impone es tan importante como identificar las ventajas para su empresa.
En lo que a tecnología se refiere, las inversiones en ciberseguridad son una de las prioridades globales, tanto en empresas como en instituciones gubernamentales.
Las opciones tanto en software como en hardware de resguardo sus múltiples.
La biometría, en este punto, ha venido avanzando en las preferencias de distintos sectores.
Se estima que el mercado biométrico tenga un crecimiento de 17,01% para 2028, con un valor total de US$ 94.230 millones en todo el mundo.
¿Cómo y por qué estas tecnologías han logrado este nivel de preferencia creciente? En general, su nivel de confiabilidad es una fortaleza.
Recordemos que la información biométrica se extrae de las características específicas de un individuo, como el iris, huella digital, rasgos de la mano o faciales, así como su voz.
Ello es posible gracias al uso de diversas tecnologías que ofrecen un tratamiento técnico específico para detectar patrones únicos de las personas.
¿Único e irrepetible?
Resulta interesante, en América Latina, el caso de Chile que cuenta con una legislación especifica sobre el área.
“La Ley Marco Ciberseguridad no regula de manera directa los datos biométricos. Sin embargo, especifica un marco general para la protección de la infraestructura crítica del país en el ámbito digital”, precisó la investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica, Fabiana Ramírez.
La especialista destacó que, además, la ley cuenta con principios clave que tienen relación con la seguridad de datos y la ciberseguridad.
Cabe recordar que la Ley Marco Ciberseguridad de Chile entró en vigencia el 1° de enero de 2025, con excepción de algunas disposiciones que entraron en vigor el 1° de marzo.
Por su parte, la Ley de Protección de Datos Personales que entrará en vigencia en diciembre de 2026.
Mientras tanto, ya el gobierno de Chile ordenó a las empresas de telecomunicaciones incluir sistemas de biometría para verificar la identidad de sus clientes.
Todo ello con el objetivo de que exista un mayor control en los trámites y contrataciones de servicio, reduciendo así el margen de las estafas.