La búsqueda de una mayor seguridad es global y la biometría se encuentre entre las tecnologías en auge del sector.
No es para todas las industrias, sin embargo. Conocer los desafíos que impone es tan importante como identificar las ventajas para su empresa.
En lo que a tecnología se refiere, las inversiones en ciberseguridad son una de las prioridades globales, tanto en empresas como en instituciones gubernamentales. Las opciones tanto en software como en hardware de resguardo son múltiples.
La biometría, en este punto, ha venido avanzando en las preferencias de distintos sectores.
De acuerdo con la empresa de investigación de mercado, Mordo Intelligence, se estima que el mercado biométrico tendrá un crecimiento de 17,01% entre 2023 y 2028.
Ello representa un crecimiento de US$ 42.960 millones a US$ 94.230 millones en ese periodo.
¿Cómo y por qué estas tecnologías han logrado este nivel de preferencia creciente? En general, su nivel de confiabilidad es una fortaleza.
Recordemos que la información biométrica se extrae de las características específicas de un individuo, como el iris, huella digital, rasgos de la mano o faciales, así como su voz.
Ello es posible gracias al uso de diversas tecnologías que ofrecen un tratamiento técnico específico para detectar patrones únicos de las personas.
¿Único e irrepetible?
Resulta interesante, en América Latina, el caso de Chile que cuenta con una legislación especifica sobre el área.
Recientemente el gobierno chileno ordenó a las empresas de telecomunicaciones incluir sistemas de biometría para verificar la identidad de sus clientes. Tal medida tiene como objetivo que exista un mayor control en los trámites y contrataciones de servicio, reduciendo así el margen de las estafas.
“La Ley Marco Ciberseguridad no regula de manera directa los datos biométricos. Sin embargo, especifica un marco general para la protección de la infraestructura crítica del país en el ámbito digital”, precisó la investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica, Fabiana Ramírez.
La especialista destacó que, además, la ley cuenta con principios clave que tienen relación con la seguridad de datos y la ciberseguridad.
Cabe recordar que la Ley Marco Ciberseguridad de Chile entró en vigencia el 1° de enero de 2025, con excepción de algunas disposiciones que entraron en vigor el 1° de marzo.
Por su parte, la Ley de Protección de Datos Personales que entrará en vigencia en diciembre de 2026.
Mientras tanto, ya el gobierno de Chile ordenó a las empresas de telecomunicaciones incluir sistemas de biometría para verificar la identidad de sus clientes.
Todo ello con el objetivo de que exista un mayor control en los trámites y contrataciones de servicio, reduciendo así el margen de las estafas.
Protección en evolución
Como ya hemos señalado, la normativa actual de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), ordena a las empresas telcos usar parámetros biométricos para cualquier tipo de trámite que realicen los usuarios.
Esto, sin embargo, genera diversas incógnitas sobre si son convenientes en otros sectores o industrias.
También sobre qué se necesita para la implementación segura de equipamiento para la recolección de datos biométricos.
“Es importante utilizar tecnologías o bases de datos que cifren la información recolectada. Esto con el objetivo de proteger la confidencialidad de dicha información”, precisa Fabiana Ramírez, investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.
Esto, sin embargo, no basta. Ramírez resalta que siempre es recomendable contar con soluciones antimalware y antiphishing capaces tanto de detectar como de detener intrusiones.
Mencionó, además, la importancia de que se realicen auditorías de seguridad constante, que incluyan pruebas de penetración y mejoren la respuesta a incidentes.
También es importante realizar auditorías de seguridad constante, las cuales deben incluir pruebas de penetración, asi como mejorar la respuesta a incidentes.