La sustentabilidad de la Inteligencia Artificial es un reto que NVIDIA está resolviendo con éxito.
Con iniciativas que promueven las energías limpias, el líder de los procesadores para IA mejora su reputación y fortaleza frente al mercado.
La innovación y las tecnologías no vienen solas. Son procesos que involucran herramientas y, en general, la evolución de las existentes
Los desafíos en torno a un mayor despliegue de Inteligencia Artificial (IA), en especial generativa (GenIA), no son menores.
La seguridad de los datos, los altos requisitos de procesamiento y su correlato energético son sólo algunas de las preocupaciones de los CIOs, respecto a esta tecnología.
Pero, además, la misma requiere de la creación de instrumentos y software que la soporten.
Un reporte de Statista recoge los resultados del datos del Informe de Sostenibilidad de Nvidia.
“Según sus propias cifras, el requerimiento de energía de la empresa alcanzó un pico de unos 613 gigavatios-hora en 2024. En comparación con el año anterior, el consumo aumentó alrededor de un 23%”, señala el reporte delnportal estadístico alemán, Statista.
Esto ha generado importantes críticas hacia el líder del sector. Hasta hace poco, la empresa obtenía más de la mitad de la electricidad que necesitaba de combustibles fósiles.
Sin embargo, en 2.024 la proporción de energía renovable alcanzó alrededor del 76%.
Requerimientos crecientes
El informe destaca que, a pesar del incremento del consumo de energía, el uso de energías renovables le permitió a NVIDIA una significativa reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero.
“NVIDIA paso de producir casi 92.000 toneladas equivalentes de CO₂ en 2021 a unas 55.000 en 2024, gracias al cambio hacia electricidad procedente de fuentes renovables”, destaca el reporte de Statista.
Este constituyó un importante avance para todo el sector pues, se estima, que las necesidades energéticas de los centros de datos representan alrededor del 0,2% del consumo mundial.
Esto es equivalente, nada más y nada menos, que al consumo anual de Suiza.
Más grave aún es el hecho de que tal consumo podría multiplicarse por diez para 2.030, con la mayoría de los centros de datos aún dependiendo de combustibles fósiles. Ello incrementará las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuirá al cambio climático.
Como uno de los principales impulsores de la adopción de la IA a nivel mundial, Nvidia contribuye indirectamente al aumento en el consumo energético global.
Sin embargo, sus esfuerzos por modificar la mezcla energética de sus operaciones espera, también, impulsar este cambio en otras empresas del sector tecnológico.
Sólo los esfuerzos coordinados de todo el sector permitirán compensar el dilema de que la transformación digital socave los esfuerzos de sustentabilidad que llevan a cabo otros sectores industriales.