No sólo los resultados amenazan la estabilidad de las elecciones de Estados Unidos. O cualquier otra.
Todos los eventos que generan grandes conversaciones, búsquedas y tráfico son caldo de cultivo para ciberataques. Y hoy es día de pesca.
Las Américas suelen tener periodos presidenciales que hacen que, algunos años, tengan un apretado calendario de elecciones.
Por razones obvias, las elecciones de Estados Unidos (inclus las legislativas de mitad de período) suelen captar la atención, tanto de la región como del mundo.
Tal interés suele tener unos pescadores que aprovechan los revueltos ríos de conversaciones: los ciberdelincuentes.
Además, la complejidad del sistema electoral estadounidense promueve la especulación y apuestas, en especial desde la creciente polarización que se ha instalado desde 2016.
Check Point Research (CPR), la división de Inteligencia de Amenazas Check Point Software ha descubierto actividad en un foro ruso de la Dark Web.
Desde allí, un ciberdelincuente afirmó que ha descargado correos electrónicos de la cuenta del departamento de Policía de Georgia. Este tipo de rumores no es infrecuente.
Por otro lado, el uso fraudulento de la inteligencia artificial (IA) es otro de los principales peligros.
Esto ya que, según Check Point Research, la IA se ha utilizado en un tercio de los procesos electorales de este año, con ejemplos como la creación de contenidos falsos y vídeos manipulados.
“Los ciberataques dirigidos a los procesos democráticos y el uso de IA para la desinformación representan una amenaza grave para la estabilidad global”, señala el director técnico de Check Point Software para España y Portugal, Eusebio Nieva.
Simulaciones al por mayor
Tanto los reportes de CPR como de otros analistas apuntan a que en este “especial ataque a las elecciones” destacan:
- El alto riesgo de filtraciones de datos sensibles
- Y el aumento de ciberamenazas que enfrentan las instituciones públicas en el contexto electoral
De hecho, según Statista, el 2024 es uno de los años más importantes en el ámbito electoral, con más de 60 países celebrando elecciones nacionales. Estos eventos involucran y afectan a casi la mitad de la población mundial.
Este enorme impacto político-poblacional coincide, además, con el actual punto de inflexión en el uso de la IA generativa (GenIA), no sólo como herramienta empresarial, como indica una encuesta de McKinsey, sino también como medio de manipulación electoral.
Los estragos de esta práctica de desinformación se han hecho sentir en América Latina en las elecciones mexicanas, las regionales brasileñas y, en especial, la tortuosa elección presidencial de Venezuela.
Este uso de IA en campañas de desinformación preocupa especialmente a los ciudadanos que participan en las elecciones de Estados Unidos.
Según una encuesta del Pew Research Center, la mayoría de los estadounidenses temen que la GenIA se use para generar noticias falsas sobre candidatos.
Casos como una llamada automatizada en Inteligencia Artificial (IA) suplantando al presidente Biden en New Hampshire fue prohibida luego por la FCC.
Y los avisos de la Oficina del director de Inteligencia Nacional sobre manipulación electoral a través de IA, subrayan la seriedad de estos riesgos.
“Es fundamental que los gobiernos, las organizaciones y los ciudadanos estén preparados para mitigar estos riesgos y proteger la integridad de los sistemas democráticos”. recomendó Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Software para España y Portugal.