No sólo de Inteligencia Artificial vive el hombre. Los CIOs son los llamados a gestionar el valor de esta herramienta en la organización.
Menudo reto. Pero aqui hablamos de las tres inteligencias que sí o sí necesitan desarrollar estos ejecutivos antes de gestionar la IA.
Puede que el 2024 pase a la historia como el año de ña adopción masiva de Inteligencia Artificial (IA) en el mundo. Pero eso no significa que todas las empresas de na realizar la adopción de la misma forma o al mismo tiempo.
Hay que entender que, en los próximos años, ñas empresas seguirán sumándose, como ya pasó con Internet o el teléfono celular. Es un proceso que parece una revolución.
Pero, ¿quienes son los llamados a liderar este proceso? En principio, los CEOs, los cuales deben decidir y decretar la transformación de sus organizaciones. Les corresponde asumir la transformación (y los costos) de implementación que esto supone.
Los CIOs, por su parte, son los operadores de la transformación. Les corresponde ser quienes procesen los requerimientos de la empresa y realizar las recomendaciones sobre qué es más urgente y viable ejecutar. Alguien debería aumentarles el sueldo.
Esa gran verdad que nadie le ha dicho
Es, sin embargo, la barrera de la resistencia al cambio lo que puede resultarles el desafío más complicado porque lidia con los miedos más profundos de las organizaciones, en general, y fuerza laboral… las personas, en particular.
“Nos hablan de que las nuevas tecnologías, en particular la Inteligencia Artificial, va a hacer que los puestos de trabajo desaparezcan de manera apocalíptica”, explicó al respecto el partner de CoEducation, Maia Martinez Mornaghi.
La especialista aseguró que, cuando esto pasa, sólo nos están diciendo que, como todos los avances tecnológicos – en este caso con una velocidad vertiginosa – van a simplificar tareas que pueden ser reemplazada. Es decir, aceleran procesos que deben ser mejorados.
Martinez Mornaghi no duda al afirmar que la IA no representa una amenaza a la inteligencia humana. Tampoco supone el fin de la subjetividad.
Porque, para aprovechar su potencial, se requiere que las personas desarrollen otros tipos de inteligencia más vinculadas con los sentimientos, el entendimiento y la espiritualidad.
Saber hacer, saber usar
Sí, leyó bien: espiritualidad. Todo aquello que nos hace más humanos, únicos e irrepetibles. Precisamente lo que, por lo visto, no puede lograr la Inteligencia Artificial.
Pero, que SÍ se puede lograr la IA. Entre otras cosas, hacer más llevadero nuestro trabajo cotidiano.
“La IA sintetiza información, hace resúmenes y da opinión, pero las personas aún tienen que seguir pidiendo las respuestas y saber que van a preguntar. La IA no es una amenaza a los puestos de trabajo aunque sí implica que quién no aprenda a manejarla quedará obsoleto”, señala Maia Martinez Mornaghi, partner de CoEducation.
Para la especialista, lo que ésta herramienta provee como novedad es que acorta los tiempos y simplifica las tareas.
No obstante, requiere – sí o sí – de un criterio de lectura, así como de la capacidad de indagar de manera inteligente. Esto además de saber elegir la respuesta adecuada y aplicar un criterio personal para darle un cierre final a los resultados que la herramienta emite.
El reto para los CIOs
La IA no es más inteligente que los humanos en su forma de procesar los datos.
Sólo contiene toda la información posible junta y replica las operaciones inteligentes para clasificar, analizar, aplicar criterios y generar recomendaciones.
Además, requiere del feedback constante para seguir mejorando.
Que los colaboradores aprendan a preguntar, puedan sintetizar las respuestas y elijan la adecuada para sus fines es todavía una tarea pendiente. Pero imprescindible.
En este punto, el rol del líder es fundamental ya que tienen la oportunidad de conducir ese proceso, para que sus equipos desarrollen y equilibren otros tipos de inteligencia y puedan sacar el mayor provecho de esta nueva tecnología.
En ese sentido, desde CoEducation consideran que hay tres inteligencias que los CIOs deben propiciar que se desarrollen en todos los equipos, para encarar con éxito la era de Inteligencia Artificial:
Inteligencia cognitiva
Es aquella que está relacionada con el análisis de datos y el conocimiento aplicado para poder entenderlos.
Si bien es cierto que la IA puede realizar estas acciones, las personas tienen que trabajar en mejorar sus habilidades de interpretación, pensamiento crítico y toma de decisiones.
Inteligencia emocional
A medida que la IA avanza, poder comprender y manejar las emociones propias y ajenas es un atributo indispensable que potencia el trabajo colaborativo.
Inteligencia espiritual
En entornos dónde la IA gana terreno, es probable que aparezca la incertidumbre,
Por eso, la capacidad de adaptación a distintos entornos y la resiliencia son habilidades necesarias para desarrollar la flexibilidad y tener control de las respuestas internas.