Aunque la estación recién superada fue dura, la conectividad inalámbrica en Chile dio muestras de confiabilidad.
En general, el balance después de las lluvias en Chile puede calificarse como muy positivo.
La zona austral, finalmente deja atrás el invierno y comienza la evaluación del periodo concluido. En Chile, el Internet inalámbrico tuvo la mejor tasa de respuesta del sector.
Esto permitió a los servicios críticos y otros continuar operando sin interrupciones durante la emergencia.
La tecnología aun lucha porque la Internet satelital e inalámbrica sea a prueba de huracanes. Hay que reconocer que es mucho pedir: los estadounidenses no lo han logrado del todo.
No es fácil luchar contra la geografía. Y la condición geográfica de Chile lo libra de los huracanes caribeños y atlánticos pero no de los monzones o los que se forman en el océano Pacífico.
Las consecuencias de ello se perciben en los reportes meteorológicos:
- Más de 200 milímetros de agua caída se registraron en algunos lugares el último frente de mal tiempo que afectó a las regiones de la zona centro y Sur de Chile.
Por supuesto, esto dejó huellas catastróficas las comunidades residentes en esta regiones:
- Numerosos damnificados
- Sectores completamente inundados
- Cortes de ruta
- Y, como es habitual en estos casos, interrupciones de servicio de Internet
Esto último, en la práctica, supone que amplias zonas comunidades quedan incomunicadas.
Cuando la naturaleza no colabora
Víctor Opazo Carvallo, Gerente General de Netline reconoció que, como siempre, la reciente emergencia generada por las lluvias puso a prueba la resiliencia de las redes.
También destacó que, sin duda, las inalámbricas demostraron ser las más sólidas.
“El Internet inalámbrico no depende únicamente de un cable de fibra que podría dañarse – fácilmente – con el desbordamiento de un río o una inundación. En su lugar, utiliza antenas que, al estar interconectadas, crean un sistema de redundancia que minimiza las posibilidades de interrupción del suministro”, destacó el Gerente General de Netline, Víctor Opazo Carvallo.
El ejecutivo también resaltó que las redes inalámbricas son tecnologías de nivel empresarial y con alta disponibilidad.
De hecho, no sólo aseguran la mejor tasa de uptime sino que también, constituyen una conexión:
- Dedicada
- Simétrica
- Y con velocidades que pueden llegar hasta los 10Gbps
“Esto permite, implementarla como fuente primaria de conexión a Internet. O bien como backup, en caso de situaciones coyunturales como emergencias”, precisó Opazo Carvallo.
El ejecutivo refirió también que la resiliencia de las redes inalámbricas representa importantes ahorros para el país y las empresas.
Retorno indirecto de inversión
Los ahorros que refiere el ejecutivo de Netline no son evidentes. Más bien, constituyen las pérdidas no causadas debido a fallas de Internet provicados por problemas climatológicos.
Estas desconexiones se suman a las pérdidas materiales producto de las inundaciones. Aunque no tan graves como los derrumbes o cosas similares, las caídas de internet tienen un enorme impacto en todo lo vinculado con la comunicación y la productividad.
“Este es el momento de evaluar los daños causados por la tormenta y reforzar las medidas para eventuales nuevos episodios. Hay que considerar que la conectividad es un elemento vital para que la vida y los servicios funcionen con relativa normalidad en medio de una emergencia como la que ocurrió”, puntualizó el ejecutivo de Netline, Opazo Carvallo.
Resaltó que, en momentos de preparación ante desastres naturales, son particularmente los servicios críticos los que más aprovechan este tipo de tecnologías para dar continuidad a sus operaciones, aunque se trata de soluciones disponibles para empresas e instituciones de cualquier sector.