Los retos de desechos de materiales y consumo de energía hacen de la computación Sostenible una vieja aspiración.
Según el FEM, las tecnologías que procuran lograr este avance son tan procuradas como deseables.
No hay almuerzo gratis. Y los avances tecnológicos de nuestra época no son la acepción. Tanto el consumo de energía como el problema de los desechos tecnológicos son temas punteros en la agenda ambiental.
No puede ser de otra manera: almacenamiento de nube sigue la tendencia ya marcada por la versión en físico y ya hemos pasado de los terabytes a pentabytes en los últimos dos años.
Otras tecnologías como la Inteligencia Artificial y sus derivados también demandan una capacidad de procesamiento cada vez mayor.
Eso supone la búsqueda y explotación demás minerales raros pero, también, más potencia y energía. Muy por encima de lo que se está generando en las llamadas “energías verdes”.
Se ha señalado que uno de los problemas para un despliegue más rápido de la tecnología de conectividad 5G es – precisamente – su alto consumo de energía que estaría tratando de resolverse con el 6G.
Pero el cambio climático empuja a tomar decisiones de producción más sostenibles.
En el reciente informe Top Emerging Technologies 2023, publicado por el WEF (Foro Económico Mundial por sus siglas en inglés) para el cierre del primer semestre la computación sostentable lleva un aparte completo en torno a las tecnologías asociadas a la problemática del clima y ambiental.
Una preocupación global
No obstante, hay que establecer prioridades y, de momento, parece que los mayores esfuerzos para lograr una computación sustentable están concentrados en uno de los sectores de más alto consumo e impacto ambiental: los centros de datos (CDD).
En este sentido, el reporte hace notar que los centros de datos consumen el 1% del total de la producción mundial de electricidad. Ellos sólitos.
Igualmente, advierte que, eso consumo no incluye el incremento de la demanda asociado con una sociedad cada vez más ávida de datos, tanto individual como colectivamente.
Así que ese porcentaje puede duplicar y hasta triplicate muy rápidamente. Recordemos que el informe presentado por el WEF se realizó en colaboración con Frontiers: el mismoreúne las perspectivas de más de 90 académicos, líderes industriales y futurólogos de 20 países de todo el mundo.
Respecto al ojo del huracán de datos que constituyen los centros de datos, el Top Emerging Technologies 2023 apunta que están surgiendo varias tecnologías para hacer realidad el objetivo de CDD de energía neta cero.
Hacia cero: la meta de la computación sostenible
Respecto al ojo del huracán de datos que constituyen los centros de datos, el Top Emerging Technologies 2023 apunta que están surgiendo varias tecnologías para hacer realidad el objetivo de CDD de energía neta cero.
En principio y como hemos visto en tendencia creciente desde 2021, hay soluciones que utilizan la refrigeración por agua o líquidos dieléctricos para disipar el calor.
Otra opción que se viene ensayando – y que se popularizando – están las tecnologías que reutilizan el calor sobrante para calentar edificios, agua caliente o procesos industriales.
Al lado de tal alternativa se encuebtran las que están proporcionando los sistemas basados en IA.
Estos tienen la ventaja de que pueden analizar y optimizar el uso de la energía en tiempo real lo cusk maximiza tanto la eficiencia como el rendimiento.
De hecho, esta solución ha reducido el consumo de energía hasta en un 40% nada más – y nada menos – que en los centros de datos de Google.
Finalmente, encontramos que hacer midular a la infraestructura de procesamiento y almacenamiento de datos sea modular es otra alternativa.
Esta opción se base en que la demanda significa que sistemas como la computación en la nube y en los bordes pueden distribuirse a través de múltiples dispositivos, sistemas y ubicaciones para optimizar el uso de la energía.