La demanda de software está superando rápidamente la oferta de talento calificado capaz de elaborarlo.
El ascenso del Low Code se debe a que el número de desarrolladores es inferior a la demanda.
Según un estudio de mercado realizado por la empresa Equiteq, se prevé que el gasto mundial en TI alcance los US$6,2 millardos (billones por su nomenclatura en inglés) en 2026. El problema es que no hay quien produzca todo lo que se requiere.
Diversos estudios viene señalando que el software será el subsegmento tecnológico de más rápido crecimiento en los próximos años:
- Un 11,9% de crecimiento anual compuesto
- Y una tasa interanual del 12,8%
No hay que descartar, sin embargo, qué estás cifras se queden cortas. ¿Por qué? Porque en los últimos años el software ha experimentado un crecimiento sin precedentes en todas las industrias a nivel mundial.
Tal comportamiento suele atribuirse a que las empresas han visto en el desarrollo de software una oportunidad para mejorar su eficiencia operativa y satisfacer las crecientes demandas del mercado.
La insuficiencia de desarrolladores para satisfacer esta demanda creciente es – sin duda – la principal causa de una mayor adopción del sistema Low Code.
Y podemos suponer que es – también – por lo que se aplaudió la capacidad del ChatGPT de producir código.
Como con los borradores de texto, ese pequeño adelanto reduce los tiempos depm producción.
Problema que escala y se mueve en cascada
Aunque se ha dicho mucho y se han tomado algunas medias, el problema sugue creciendo: la oferta de talento calificado en el sector TI no ha logrado mantenerse a la par de las demandas del sector.
De acuerdo con el mismo estudio de Equiteq, se pronostica que el gasto global en software será de casi el doble entre 2021 y 2026.
Del mismo modo, se prevé que el número de desarrolladores de software en todo el mundo aumente en menos de una cuarta parte durante el mismo período. Es decir, no van a alcanzar.
Esta discrepancia entre la creciente demanda y la limitada oferta de talento ha generado un desequilibrio en el mercado laboral, creando el entorno ideal para el low code o plataformas sin código.
Esto, no obstante, constituye una grave amenaza para los proveedores de desarrollo a medida. Es decir, para las empresas especializadas en producir software y código.
Otra consecuencia es la que señala Patricio Pescio, CEO de Quilsoft, empresa especializada en transformación digital: el encarecimiento del costo talento.
“La insuficiencia de talento en el campo del software ha llevado a un aumento en los costos de contratación, especialmente para perfiles altamente especializados”, explicó.
La brecha de desarrolladores y el Low Code
Pese a la plana conciencia del problema, no es probable que la brecha demanda vs. oferta de desarrolladores pueda cerrarse en el corto plazo.
El Low Code ha sido, por ello, una de las alternativas pues, según Pescio los programas de high code se vuelven rápidamente obsoletos.
Esto representa una desventaja significativa para las empresas que carecen de los recursos para actualizar continuamente sus sistemas.
En este contexto, las empresas y los líderes empresariales están cosechando los beneficios de permitir a los desarrolladores ciudadanos a través del low code.
Su uso logra:
- Reducir el atraso y tensión en equipos de TI
- Ahorrar costos debido al bajo mantenimiento
- Minimizar el tiempo de desarrollo
- Habilitar anticipadamente respuesta a condiciones de mercado
- Y evitar tanto los “cuellos de botella” como la falta de comunicación por usuarios comerciales
“A pesar de los desafíos actuales, el futuro del software y la oferta de talento presenta oportunidades emocionantes. Con el avance constante de la tecnología, se espera que la capacitación y formación de nuevos talentos jueguen un papel crucial en la reducción de la brecha de habilidades.” concluyeron desde Quilsoft.