El proyecto asiático es la más importante iniciativa que se ha intentado para extender el uso del Bitcoin y disminuir su volatilidad.
No le gusta recordar a los puristas amantes de la tecnología el que, más allá del código, el minado, el blockchain y todo lo demás, para que las criptomonedas sean EFECTIVAMENTE tenidas como tales deben poseer las características que le conceden valor al dinero fiduciario, mejor conocido sin su apellido.
Es por ello que el usuario a los monedas digitales como criptoactivos de reserva de valor es un primer paso. Pero no es suficiente.
De allí la importancia de iniciativas legislativas como la que hizo el gobierno de El Salvador y, más recientemente, la propuesta de la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong (SFC) de un nuevo documento para inversores en criptomonedas en el territorio asiático.
El objetivo de la iniciativa es permitir que todo tipo de inversionistas – incluidos los minoristas – accedan a los servicios comerciales proporcionados por operadores de plataformas VA (activos virtuales) con licencia.
En este sentido, Justina Di Bastiano, Directora Creativa de South American Miners (SAM), destaca la importancia de reconocer el potencial positivo que esto puede tener para la industria de las criptomonedas en su conjunto y, en particular, para Bitcoin.
“El Bitcoin, como la criptomoneda más grande y conocida, ha sido objeto de mucha controversia y escepticismo en los últimos años. Sin embargo, la propuesta de la SFC de permitir a los inversores minoristas acceder a servicios comerciales de activos virtuales con licencia es una señal alentadora para aquellos que ven un futuro en las criptomonedas”, afirmó.
Monedas sin fronteras
Lo cierto es que, si se quiere que los criptomonedas dejen de ser el nuevo centro de ganancias de grupos pequeños de grandes inversores que “mueven el piso” del valor de las mismas cuando retiran sus ganancias, hay que colocarlas en un mayor número de manos.
La iniciativa propuesta en Hong-Kong apunta a lograr esta profundidad lo cual, también, debe darle mayor tranquilidad a los inversionistas.
Di Bastiano recuerda que la adopción gradual por parte de los comercios minoristas podría estabilizar el valor del bitcoin.
Esto, a su vez, podría llevar a una mayor adopción en otras áreas de la economía, lo que – eventualmente – se tornaría a una adopción generalizada.
Otro beneficio de esta propuesta es que, la adopción por parte de los comercios minoristas podría ofrecer un mayor nivel de seguridad y privacidad a los usuarios.
Recordó la ejecutiva que las transacciones de Bitcoin no requieren la divulgación de información personal y es la criptomoneda más antigua del mercado.