Facilitar la interconexión de aplicaciones y herramientas de software fortalece los cimientos de la transformación digital en las pymes.
Sin dudas: la pandemia ha impulsado una inercia digitalizadora en todas las organizaciones de América Latina. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas pueden tener la ruta cuesta arriba al momento de desarrollar una estrategia de transformación digital.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dos de cada tres empleos formales en nuestra región son generados por una pequeña y mediana empresa. Sin embargo, se trata de un sector marcado por bajos niveles de productividad y crecimiento, causados por los bajos niveles de capacidades gerenciales o técnicas, así como en la falta de acceso a financiamiento y tecnología.
Para los expertos del BID, “la adopción de nuevas tecnologías digitales permitiría a las pymes contribuir más a las economías de América Latina y el Caribe. La adopción de tecnologías digitales es una fuente de aumento de productividad y aceleración de crecimiento en las empresas, una realidad que se confirma para las empresas de menor tamaño en la región. Asimismo, entre los países europeos existe una correlación entre una mayor proporción de empresas que adoptan servicios de tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y menores brechas de productividad laboral entre empresas pequeñas y grandes”.
La integración de softwares, el primer paso
Desde el punto de vista tecnológico, la integración y consolidación de las aplicaciones y herramientas de software que soportan las operaciones de las pymes, es la primera estación en la ruta hacia su transformación digital para ganar competitividad y agilidad en los mercados.
En este sentido, desde la empresa desarrolladora de software Presat, destacan el valor estos procesos de integración de softwares mediante API’s (interfaz de programación de aplicaciones) a la hora de optimizar procesos para ser más eficientes y productivos.
Una API (por sus siglas en inglés “application programming interface”) es un conjunto de definiciones y protocolos que se usan para diseñar e integrar los servicios y el software de las aplicaciones, permitiendo que estas puedan comunicarse entre sí, actualizando automáticamente datos entre dos sistemas diferentes y evitando pérdidas de tiempo al cargar información una sola vez.
Entre sus beneficios están:
- Agilizan los procesos de transformación y desarrollo
- Aportan innovación en distintos sectores de la empresa
- Brindan una experiencia al usuario integrada
- Automatizan tareas repetitivas
- Optimizan sistemas de gestión internos
- Dinamizan tareas de colaboradores fidelizando al cliente
“Una API permite compartir información entre dos o más sistemas de manera automática. A pesar de que esta sea la puerta a una conexión con otra herramienta, para lograr esto se requiere de una persona técnica especializada, de un programador quien arme un puente entre estas dos puertas”, destaca Federico Greco Barragan, Ejecutivo de Cuentas Claces en Persat y agrega: “Una API ayuda a que dos sistemas, que poseen distintos lenguajes, puedan entenderse muchísimo más rápido”.
La transformación digital conlleva, no solo una reducción de los costos operativos, sino también un mayor cuidado del medio ambiente evitando papeles y también el error humano. Desde Persat ofrecen a las pymes una plataforma web que permite integrar un conjunto de herramientas basadas en la optimización de los procesos internos de las empresas. Gracias al software en la nube y las aplicaciones en Android, facilitan la obtención de información en tiempo real para mejorar la gestión y la supervisión de los negocios.