Protección contra el phishing y otros ataques basada en la identidad sin comprometer la productividad de los empleados.
La actividad de amenazas relacionada con la identidad ha aumentado significativamente desde que comenzó la pandemia. Solo en marzo de 2020 Microsoft detectó 4.900 millones de inicios de sesión impulsados por atacantes y más de 150.000 cuentas comprometidas.
Con los entornos de trabajo remotos e hÃbridos convirtiéndose en una práctica común en muchas organizaciones, las amenazas son cada vez más sofisticadas.
Como resultado, los equipos de seguridad adoptan cada vez más modelos de seguridad basados en la identidad para ofrecer acceso seguro a los activos empresariales sin afectar la experiencia del usuario ni la productividad.
La estrategia correcta implica un enfoque moderno e integrado que combina una autenticación sólida, un control de acceso basado en polÃticas adaptables y una detección y una corrección proactivas del compromiso de identidad y el uso indebido.