Frente a los avances de los ciberdelincuentes en los últimos años, la ciberseguridad cuántica emerge desde Senetas y Thales como solución.
A grandes males, grandes remedios. Y la ciberpandemia que ha generado la era del COVID-19 califica en la categoría.
Pero, frente a una realidad tan grave ¿por qué preocuparse por una tecnología que aún no existe sino en teoría, como la cuántica?
Bueno, quizás porque no conviene arriesgarse a que los hackers logren “herramientas funcionales” para esta tecnología primero.
Así, frente a la previsión de que en los próximos cinco o diez años se dispondrá de una computadora cuántica en funcionamiento fuera del entorno de laboratorio, ya se están elaborando normas mínimas de seguridad para proteger los datos – millardos de ellos – que se moverán en ese mundo cuántico.
Es por ello que Thales y Senetas se han asociado para lanzar la primera solución de cifrado de red resistente a la tecnología cuántica del mundo.
La solución tecnológica de resultado de esta alianza es capaz de proteger los datos de los clientes contra futuros ataques cuánticos a velocidades de hasta 100 Gbps.
Llegar primero
Así, la conquista de la computación cuántica es una carrera que se está corriendo en las sombras, desafiando a los especialistas para evitar que el “salto cuántico” no sea una nueva y mayor amenaza.
Cabe destacar que la informática cuántica, considerada una de las amenazas más importantes para la ciberseguridad, convertirá en obsoletos muchos de los métodos actuales, como el cifrado.
De allí que desarrollar desde el ahora una ciberseguridad cuántica que permita a las organizaciones (de hoy y de mañana) contar con un cifrado a prueba de la informática cuántica no es algo que deba retrasarse.
La solución de ciberseguridad cuántica propuesta por Seneta y Thales permite a los clientes, también, combinar el cifrado convencional con el resistente a la tecnología cuántica en una única plataforma de seguridad de red. Todo ello mientras proporciona protección de datos a largo plazo en un mundo cuántico.
«Conforme la computación cuántica se convierte en una realidad, las organizaciones de todo el mundo deberían desarrollar una estrategia de ciberseguridad cuántica y empezar a planificar la implantación de un cifrado resistente, lo antes posible» afirmó Andrew Wilson, director ejecutivo de Senetas.
Sectores primarios
Por su parte, Todd Moore, vicepresidente de soluciones de cifrado de Thales, destacó que son las organizaciones gubernamentales y las empresas multinacionales las que deben dar mayor prioridad al nuevo cifrado.
Ambos sostuvieron que, en el futuro, los piratas informáticos que hoy se dedican a recopilar datos cifrados se verán frustrados cuando intenten descifrar los datos con la potencia de la supercomputación: la adopción de las nuevas normas protegerá cualquier dato crítico y seguirá inutilizando los datos que carezcan de la clave correcta.
La propuesta de Thales y Senetas se encuentra, actualmente, a la espera de decisión del Instituto Nacional de Normas y Tecnología de Estados Unidos (NIST, por sus siglas en inglés), instancias encargada de seleccionar a los finalistas entre los algoritmos de cifrado cuántico seguros, aún en desarrollo.
Mientras esto ocurre, ambas empresas dan soporte a los actuales finalistas (incluido el algoritmo Falcon de Thales), lo que permite una transición sencilla a la fórmula ganadora de ciberseguridad cuántica que se espera sea elegida por el NIST este año.
La solución también es compatible con las últimas normas del Instituto Europeo de Normas de Telecomunicación sobre cómo se crean, protegen y distribuyen las claves cuánticas, una capacidad de seguridad para las redes 5G.