El desarrollo de nuevas tecnologías que mejoran en la eficiencia técnica y la calidad de la generación de energía a partir de paneles solares le está dando un empuje excepcional al mercado.
México y Chile son los países que vienen empujando las inversiones en infraestructura solar para la generación de energía eléctrica, un mercado que ya comienza a dar indicios de masificación en estos países con el despliegue de operadores B2C para el aprovisionamiento energético en viviendas unifamiliares, por ejemplo.
Según Deloitte, el proceso de escalada del mercado de la energía solar en países como Chile y México se proyectó con base a 1996 por el orden del 230% y 250% respectivamente al cierre del año pasado. Y este proceso ha tenido viento de cola en los dos últimos años, acelerando las inversiones en este sector de las energías renovables.
Según la consultora, han sido tres los factores principales que han soportado el crecimiento de la energía solar en ambos países y en Latinoamérica en general:
- El potencial de la región en términos de áreas con mayor exposición solar. Casos como el despliegue de paneles solares en Guadalajara, México, o en el Desierto de Atacama en Chile son un referente regional.
- Un enfoque en reducción del costo de producción de los paneles y nuevas tecnologías.
- Los mecanismos de apoyo gubernamental.
Según los expertos de Grupo Panel Solar en Guadalajara, las tecnologías para la autogeneración eléctrica en espacios domésticos son cada vez más accesibles y eficientes. “Los costos duros son menos de la mitad de lo que eran en el año 2000, principalmente debido a la disminución de los costos de materiales y una mayor capacidad de las células para capturar la luz. La ingeniería de células solares más rentables y eficientes ha requerido una consideración cuidadosa de la física involucrada en la captura solar, además de un diseño innovador”, destacan.
Cómo funcionan los paneles solares
Un panel solar estándar (también conocido como módulo solar) consta de una capa de celdas de silicio, un marco de metal, una carcasa de vidrio y varios cables para permitir que la corriente fluya desde las celdas de silicio. El silicio (número atómico 14 en la tabla periódica) es un no metal con propiedades conductoras que le permiten absorber y convertir la luz solar en electricidad.
Cuando la luz interactúa con una celda de silicio, hace que los electrones se pongan en movimiento, lo que inicia un flujo de corriente eléctrica. Esto se conoce como el “efecto fotovoltaico” y describe la funcionalidad general de la tecnología de paneles solares.
El efecto fotovoltaico
La ciencia de generar electricidad con paneles solares se reduce al efecto fotovoltaico. Fue descubierto por primera vez en 1839 por Edmond Becquerel y generalmente se puede considerar como una característica de ciertos materiales (conocidos como semiconductores) que les permite generar una corriente eléctrica cuando se exponen a la luz solar.
El proceso fotovoltaico funciona mediante los siguientes pasos simplificados:
1- La célula solar fotovoltaica de silicio absorbe la radiación solar
2- Cuando los rayos del sol interactúan con la celda de silicio, los electrones comienzan a moverse, creando un flujo de corriente eléctrica.
3- Los cables capturan y alimentan esta electricidad de corriente continua (CC) a un inversor solar para convertirla en electricidad de corriente alterna (CA)