En la economía del 90% no todos los sectores se contraerán en la misma medida y también quedará un miedo residual, una incertidumbre generalizada, una falta de fervor por la innovación y desigualdades profundas.
Un confinamiento o cuarentena del tipo italiano se asocia a una caída de 25% del PTB. Medidas que tratan de controlar el virus mientras se mantiene la economía funcionando razonablemente, como en Corea del Sur o reabriendo como en China, están asociadas a una reducción del 10% y podrían eventualmente aplicar a Estados Unidos y otros países.
Esa “economía del 90%” será por definición más pequeña de lo que era antes. Pero su peculiaridad será más que un tema de tamaño. La economía del 90% después de la pandemia no solo será más pequeña, se sentirá rara. El efecto será terrible, pero no todos los sectores se contraerán en la misma medida y también quedará un miedo residual, una incertidumbre generalizada, una falta de fervor de innovación y desigualdades profundizadas. Algunas de las ideas aquí discutidas también se encuentran en el podcast “El futuro de las empresas después de la cuarentena del COVID-19“.
Los sectores favorecidos
Las nuevas suscripciones de Netflix duplicaron en el primer trimestre de 2020 la tasa del año anterior. El freno de los ingresos de Uber en Marzo y Abril ha sido parcialmente compensado por el incremento de 25% en ventas en la unidad de entrega de comida. Pero el patrón general es sombrío. En Estados Unidos 450.000 empresas pequeñas en todos los sectores han perdido ingresos en forma sustancial. Restaurantes, bares y el sector recreacional han sido golpeados duramente. La economía mundial se contrajo 1,3% en el primer trimestre de 2020. El índice de producción económica estadounidense sugiere que el PTB está 12% por debajo del año anterior. La Unión Europea prevé una caída superior al 7%.
La caída: escogencia personal o política gubernamental
Los patrones de gasto agregado en Suecia y Dinamarca en los meses recientes se han reducido en forma similar, aún cuando Dinamarca ha tenido un confinamiento bastante estricto, mientras que las provisiones suecas han sido mucho más relajadas. Ello sugiere que la elección personal, en lugar de la política gubernamental, es el principal factor en la caída. Las elecciones personales son más difíciles de revertir. Permitir que pubs – u otros sitios de placer social – estén abiertos no cuenta para mucho si la gente no quiere visitarlos. Las caídas en gasto discrecional responden al deseo residual de aislamiento. También reflejan el hecho que hay personas que tendrán mucho menos dinero en el mundo post-confinamiento.
La economía del 90%
Visto desde otra perspectiva la economía del 90% es un logro asombroso. Si la pandemia hubiera ocurrido sola hace dos décadas, únicamente una muy pequeña minoría de personas hubieran podido trabajar o satisfacer sus necesidades. Por otro lado, el mero hecho de que se le diga a la persona que puede y que no puede hacer es desagradable. Sin embargo, hay tres formas en las cuales está Economía del 90% es una degradación importante frente a la situación previa a la pandemia: será más frágil; será menos innovadora y será más injusta.
Fragilidad y predictibilidad
El retorno a la apariencia de normalidad será fugaz. Con las reglas en estado incertidumbre, será difícil planificar semanas y todavía menos meses. El comportamiento de la economía será mucho menos predecible. Nadie sabe por cuánto tiempo podrán sobrevivir financieramente las empresas que tendrán que enfrentar cero ingresos o los hogares que trabajan horas reducidas o no trabajan. Es muy probable un aumento en las quiebras personales y corporativas. Además la pandemia ha trastocado normas y convenciones de agentes económicos. Un número creciente de estadounidenses no están cancelando sus alquileres. Hacer cumplir los contratos se dificulta cuando muchos tribunales no trabajan y las interacciones sociales están interrumpidas. En un ambiente incierto de derechos de propiedad y de ingresos no pronosticables, los potenciales proyectos de inversión no son solamente riesgosos, sino que es imposible colocarles un precio o valor.
Innovación
El desarrollo del capitalismo liberal en los últimos tres siglos ha ido acompañado del crecimiento de la cantidad de personas intercambiando ideas en espacios públicos o cuasi-públicos. Durante confinamientos, las empresas deben innovar rápidamente, pero solo un pequeño número de empresas afirman que trabajando desde la casa son tan productivos que pueden cerrar sus oficinas. La planificación de nuevos proyectos es especialmente difícil. La experiencia de vivir en pandemia no es propicia para el pensamiento crítico.
Desigualdad
Mientras más dure la Economía del 90% más se profundizarán las desigualdades. La nueva normalidad será tener un desempleo mayor. La disminución de la economía estará particularmente concentrada en industrias intensivas en mano de obra como turismo y viaje. Los trabajos perdidos tenderán a ser de paga baja y frecuentemente eran ejecutados por jóvenes, mujeres e inmigrantes. Muchos de estos no tienen las habilidades o la tecnología que los capacite para trabajar desde la casa o para ser reentrenados para otros roles. Se estima que esto durará un mínimo de otros 12 meses. Si el refrán que dice toma dos meses formar un hábito es cierto, entonces la economía reemergirá como una economía fundamentalmente distinta.
Se hace referencia a The 90% economy that lockdowns will leave behind en The Economist. También aparece en mi blog https://bit.ly/2zcq5HZ .