Algunas universidades han instalado laboratorios con mejoras que ayudan a las personas a aprender de una manera más efectiva, combinando sus habilidades con roles posibles en el mercado y disminuyendo los costos de la educación.
La tecnología comienza a cambiar el futuro de la educación en las universidades. Expertos están probando nuevas ideas que modelarán el futuro de la educación universitaria, usando todo desde redes blockchain a simulaciones computarizadas e Inteligencia Artificial. Un ejemplo son notas proyectadas en el parabrisas del auto, mientras el alumno a través de gestos con sus manos conforma un modelo 3D holográfico para su proyecto de arquitectura.
La educación ha sido generalmente lenta en reaccionar frente a los cambios mayores en el mundo y se debe principalmente a que se ha esperado el impacto del cambio para ajustar los programas de enseñanza y con la tasa de transformación actual eso genera un quiebre entre lo que los institutos educativos ofrecen y producen y lo que el mercado requiere. Sin embargo, están ocurriendo reacciones importantes: hay laboratorios que prueban Inteligencia Artificial, Realidad Virtual y otras innovaciones que pueden mejorar el aprendizaje y bajar los costos para la Generación Z y más allá.
Si la historia sirve como referencia, las ideas más brillantes que se desarrollan en las universidades no necesariamente serán las más exitosas. Por ejemplo, a pesar que el salto más importante de las últimas décadas – la oferta de cursos en línea – ha logrado disminuir los costos, las tasas de graduación en educación universitaria en línea siguen siendo mucho más bajas que las presenciales. Las universidades generalmente están en tecnología de punta en lo que respecta a investigación en prácticamente cualquier campo, pero cuando toca reconsiderar su propia estructura tienen “mucha aversión al riesgo”.
Se está pensando en un mundo más brillante donde los estudiantes pagan una suscripción en lugar de inscribirse en la universidad, aprenden idiomas usando realidad virtual, conversando con avatares en una calle simulada, donde sus preguntas son respondidas día y noche por asistentes de enseñanza de Inteligencia Artificial y pueden además controlar los expedientes académicos que registran cada logro en la vida. Las posibilidades de estos avances son extraordinarias.
Universidades por suscripción
Innovaciones en camino
- El robot profesor. El asistente virtual de enseñanza responde preguntas en un foro en equipo con asistentes humanos. Los estudiantes frecuentemente no saben distinguir cual es cual. Este tipo de asistente podría ayudar a resolver las dificultades encontradas en cursos en línea muy concurridos. Ya se está trabajando en tutores virtuales.
- IA para calificación. Una herramienta que corrige gramática, puntuación, ortografía, ubica plagiarismo y ayuda a crear citas para las publicaciones.
- IA para detectar dificultades. Identifica dificultades que puedan estar encontrando estudiantes en línea y alerta a sus consejeros.
- Laboratorio de Inmersión. Con paredes de 5 metros de alto y un sistema de proyección de 360 grados que transporta virtualmente los estudiantes a China, para aprender Mandarín a través de conversaciones con avatares que no solamente reconocen lo que los estudiantes dicen sino que también identifican gestos y expresiones. El trasfondo es generado por computadora y son escenas de calles y espacios en China. El aprendizaje ha sido dos veces más rápido que con los salones convencionales.
- Entrenamiento simulado. Los maestros en formación practican con alumnos simulados.
- Pista en realidad aumentada. Para probar vehículos autónomos en tráfico simulado.
Expediente de por vida
El “Registro interoperable de aprendizaje de por vida”(RIAV), incluiría las habilidades que las personas han aprendido (por ejemplo servicio al cliente, manejo de proyectos) en lugar de estar dedicado exclusivamente a los cursos y las especialidades y podría incluir otras experiencias que se hayan acumulado. La “pista digital” quedaría bajo el control de la persona, para poder compartirlo con empleadores potenciales y facilitaría la transferencia de créditos académicos de una institución a otra. A diferencia del expediente tradicional podría ser bidireccional. No solamente los empleados potenciales podrían utilizarlo para las posiciones que requieran sus capacidades; empleadores podrían ubicar candidatos potenciales con las habilidades requeridas.