Expertos de SAS y Deloitte comentaron sobre cómo la tecnología ayuda a la gestión y cumplimiento de las exigencias regulatorias.
Para cualquier industria, la aplicación de nuevas normas presenta un desafío. La IFRS 9 no está exenta de retos, pero al cumplirse de manera correcta, promete ser una ayuda para el sector financiero.
Dentro de los beneficios que vienen con su desarrollo, están la medición de pérdidas esperadas y la evaluación del impacto de estos escenarios futuros en las instituciones. Así mismo, ayuda a comprender el origen de las variaciones, medir el impacto financiero y anticipar el virtual aumento de las provisiones por riesgo de crédito.
Para optimizar la gestión de los negocios, SAS y Deloitte realizaron un seminario para abordar los aspectos metodológicos y normativos más importantes, a fin de que las empresas pudieran escuchar diferentes expertos en soluciones tecnológicas y analíticas que permiten abordar los desafíos de la norma IFRS 9.
“Al implementar esta norma los procesos serán más automáticos y eficientes, ya que todo lo relacionado a IFRS 9 tiene un impacto directo en el balance. Cuando uno se plantea que es lo que puede salir mal, es cuando los modelos de riesgo se hacen efectivos”, explicó Jorge Pinto, Senior Manager de Deloitte Chile.
Por su parte, Karla Bittencourt, Customer Advisory de SAS, señaló que “como empresa proveemos un entorno único centralizado para coordinar los flujos de trabajo, administrar grandes cantidades de datos e inventarios y ejecutar rápidamente modelos complejos, como reportes y libros contables, para fines de información financiera”.
El caso de éxito de Bancolombia
Esta financiera del Caribe se preparó para el cambio en la norma durante dos años, tiempo donde adaptó a la digitalización y automatización de modelos de riesgo.
“Anteriormente cada país calculaba sus propias previsiones a mano, pero ahora con el software podemos estandarizar los procesos y centralizar el cálculo”, señala Diana Arango, Gerente de Provisiones Riesgos de Bancolombia.