La interacción social, comercial y empresarial se lleva a cabo mediante nuevas estructuras que necesariamente deben internalizar todas las múltiples variables que hoy interactúan en el nuevo mundo de la “Revolución Digital”.
Por: Caio Silva, gerente de Aplicaciones SONDA Brasil.
Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado. No sólo desde el punto de vista de la transformación tecnológica de empresas y organizaciones, sino también de la trascendencia cultural que este nuevo escenario tiene para toda la sociedad. De hecho, hoy vemos como niños de tres años manejan con fluidez tabletas, computadores y todo tipo de dispositivos móviles, reflejando que son nativos digitales.
Esto nos permite reconocer, y al mismo tiempo entender, que la interacción social, comercial y empresarial se lleva a cabo mediante nuevas estructuras que necesariamente deben internalizar todas las múltiples variables que hoy interactúan en el nuevo mundo de la “Revolución Digital”.
Nuestras alianzas son, entonces, parte de nuestros activos para entregar mejores soluciones y servicios a nuestros clientes, en un ecosistema virtuoso.
Las alianzas digitales son clave en este nuevo entorno repleto de tecnologías de nicho, precisas y eficientes, especializadas en algún aspecto específico dentro de un proceso o flujo, pues gracias a estas podemos desarrollar herramientas que integren distintas tecnologías para cumplir exitosamente los principales objetivos estratégicos de nuestros clientes; entregando respuestas satisfactorias a usuarios finales cada vez más exigentes y empoderados.
Este escenario se replica en todos los segmentos estratégicos del mercado. Tanto para los ciudadanos que esperan ser transportados rápidamente de un lugar a otro dentro una “ciudad inteligente”, hasta quienes esperan ser atendidos de manera expedita en oficinas públicas o servicios de salud privados; o aquellos que aspiran realizar todas sus compras desde sus hogares, utilizando diversos canales remotos que les permiten tener, prácticamente de inmediato, los productos que específicamente están buscando.
Más allá, entonces, de la competencia individual por captar segmentos de mercado, las empresas TI debemos forjar alianzas estratégicas digitales, consolidando un ecosistema de socios estratégicos, que aunan esfuerzos para responder en forma eficiente, cada uno desde su respectiva área de experticia, a todos los desafíos que hoy plantean los nuevos clientes y ciudadanos digitales.
Este trabajo mancomunado permite sumar esfuerzos clave en el desarrollo de nuevas soluciones en campos tan diversos como ciberseguridad, business analytics, servicios data center y cloud e inteligencia artificial, sólo por mencionar algunas de las claves estratégicas de la actual Transformación Digital.
Los beneficios que traen consigo las tecnologías digitales desarrolladas por fabricantes y proveedores tecnológicos, se refuerzan entre sí para entregar exitosas y avanzadas herramientas integradas que cubren las necesidades de sectores de gran impacto estratégico como, por ejemplo, prevención de fraudes, planificación de precios, soluciones Smart City, gestión de Big Data, aplicaciones nativas en la nube, y otras múltiples tecnologías disruptivas para salud, retail, banca, servicios financieros, energía, industria manufacturera y extractiva, gobierno y marketing digital.
En esta época, donde somos testigos de la consolidación de la sociedad digital, debemos, precisamente construir y fortalecer alianzas digitales. En definitiva, la clave está en integrar el know how de partners con experticia en diversas áreas, para entregar valor a clientes en toda la región.
Las alianzas no son simples acuerdos de trabajo, incluyen planes de certificación y cooperación tecnológica; aunar esfuerzos de delivery; y entregar a nuestros clientes mejores condiciones de acceso a nuevas tecnologías diruptivas. Nuestras alianzas son, entonces, parte de nuestros activos para entregar mejores soluciones y servicios a nuestros clientes, en un ecosistema virtuoso.