Red Hat Enterprise Linux ofrece un entorno operativo económico, eficiente y fiable para acelerar procesos de transformación digital en las corporaciones. Este White Paper presenta cuatro formas de recorrer esta ruta a la modernización sin saltos al vacío.
IDC comparó costos y métricas clave de rendimiento para los entornos empresariales que utilizan Red Hat Enterprise Linux (RHEL) con las que usan servidores que ejecutan sistemas operativos alternativos. Determinó que las primeras están obteniendo un valor empresarial sustancial al utilizar RHEL. Los analistas calculan que esas organizaciones lograrán beneficios de negocio por un valor promedio de 29.517 dólares anuales por cada 100 usuarios, lo que generaría un retorno de la inversión del 348% en tres años.
En función de los requisitos específicos de cada organización, existen varias opciones en el camino hacia la modernización de su TI. Para algunos grupos de TI, este camino implica trasladarse de computadoras centrales a sistemas distribuidos más flexibles. Otra opción es migrar desde un sistema basado en RISC ejecutable en UNIX a servidores estándares de grandes volúmenes basados en Intel y ejecutables en Linux. Incorporar software, plataformas o infraestructuras virtualizados es un camino más hacia la modernización.
Algunas compañías añaden un almacenamiento conectado a la red (NAS) o una red de área de almacenamiento (SAN) para mejorar su capacidad de almacenamiento; desarrollan una arquitectura orientada a servicios (SOA) y un bus de servicios empresariales (ESB) para dar soporte, crean servicios web para reemplazar sus aplicaciones existentes o utilizan una combinación de estos enfoques. Implementar un almacenamiento definido por software proporciona otros medios para modernizar la capacidad de almacenamiento.
Este White Paper de Red Hat aborda ejercicios probados para echar a andar la modernización de TI y así alcanzar cuatro objetivos fundamentales:
- Procesos optimizados y automatizados. Simplificar y acelerar el aprovisionamiento de recursos y la capacidad de administración de configuración, y muchas veces también la capacidad de autoservicio.
- Flexibilidad y escalabilidad. Ampliar (o reducir la cantidad de) recursos informáticos, redes y almacenamiento de manera fluida y predecible para responder al aumento del número de usuarios y a los requisitos de carga de trabajo.
- Agilidad y capacidad de respuesta. Respaldar el desarrollo rápido de las aplicaciones y los modelos de implementación para minimizar el tiempo que toma obtener resultados o comercializar.
- Con base en el consumo. Simplificar las tareas administrativas, dar soporte a los acuerdos de nivel de servicio (SLA) y a las políticas corporativas y mejorar la accesibilidad para los usuarios finales.
Como Gartner indica, el 45% de los líderes de TI están convencidos de que modernizar las aplicaciones empresariales más importantes es la primera de cinco áreas principales en las que hay que enfocarse para superar con éxito la modernización de la infraestructura de TI. Criterios establecidos en este White Paper disponible en este enlace.