Los proyectos para estos dispositivos proliferan en la búsqueda de abaratar y colocar a alcance de comunidades remotas la comunicación satelital.
Por William Peña | Vía PC World en Español
Es un hecho: por más esfuerzos que realicen las teleoperadoras, hay regiones, lugares y comunidades a los cuales hacerles llegar las conexiones tradicionales e, inclusive, inalámbricas, es difícil y costoso.
El problema es que la opción – las comunicaciones satelitales – suelen ser inalcanzables para la mayoría debido a sus costos (Telstra por ejemplo ofrece paquetes por alrededor de UU$2.000 excluyendo el cargo de US$4 por minuto de uso) y, prácticamente, ha quedado reservado para las empresas.
Esto, sin embargo, ha servido para promover la búsqueda de más y más eficientes opciones de construcción de nanosatélites que permitan que la tecnología llegue a donde nadie ha llegado jamás.
Y es que enormes extensiones del planeta todavía no cuentan con infraestructura de telecomunicaciones. Pero gracias al costo decreciente de los satélites necesarios para proporcionar cobertura, los lanzamientos que los llevan al espacio y la tecnología en el terreno, la cobertura pronto estará al alcance de la gente en las áreas más remotas.
Una compañía incluida en el Australian Securities Exchange y encabezada por un ex piloto de caza a reacción de la Fuerza Aérea israelí, planea proporcionar cobertura satelital a millones de personas que viven en una banda alrededor del ecuador que se extiende desde Darwin hasta Hong Kong para 2020.
Para lograrlo, Sky and Space Global (SAS) y sus socios distribuirán teléfonos satelitales todo en uno asequibles, cargados con su propia aplicación, por tan solo US$20 dólares.
Pero primero, la compañía necesita obtener una constelación de 200 nanosatélites con forma de caja de zapatos, alejados de la atmósfera y volando en perfecta sincronía.
Nano detalle
En junio, el presidente ejecutivo de SAS, Meir Moalem, se encontraba en el Centro Espacial Satish Dhawan en la India, esperando nerviosamente el lanzamiento del Vehículo Polar de Lanzamiento de Satélites de la Organización de Investigación Espacial (PSLV).
A bordo del cohete había tres prototipos de nanosatélites de SAS, Diamond Red, Blue y Green, diseñados por la firma danesa GOMSpace y que costaron alrededor de US$ 65.000 cada uno.
De los 827 nanosatélites enviados al espacio desde el 2000, 71 han sido destruidos en el lanzamiento.
El lanzamiento fue un éxito (a diferencia del lanzamiento del siguiente PSLV solo dos meses después).
Siguiendo una órbita polar, los tres Diamond ahora pasan sobre Sydney cada pocas horas. Miles de personas desde su base en el Reino Unido, el equipo de SAS ha estado probando la tecnología.
En septiembre, la compañía anunció que había enviado mensajes instantáneos, grabaciones de voz e imágenes usando los Diamonds y una primicia mundial: la primera llamada telefónica facilitada por nanosatélites.
SAS ya ha firmado acuerdos con el operador mayorista Sat-Space Africa y la aplicación de pagos africana BeepTool (que ayer realizó la primera transacción financiera del mundo vía nanosat).
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