Ocho meses después del inicio y luego de sortear un nuevo intento de Western Digital parece que, para finales de marzo, Bain Capital será el dueño de TMC.
CIO AMÉRICA LATINA | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
Un reporte de The Finantial Times confirma lo ya señalado desde la semana pasada por Reuters: Toshiba logró vender al consorcio liderado por el grupo de capital de riesgo Bain Capital.
Según el medio inglés, la “solución japonesa” aún tiene que sortear los vericuetos regulatorias anti-monopolio pero, precisamente, es el grupo más multidiverso de los postores. Ahí no debería haber problemas.
Tampoco en las operaciones de Toshiba Memoria Corporation (TMC) en, por ejemplo, Estados Unidos: aunque todavía se esperan nuevas acciones de Western Digital por impedir la venta, es claro que el pool de empresas que conforman el consorcio no ocasionaron posiciones de dominio de mercado.
Esto es algo que ni WD ni Foxconn (sin duda los dos aspirantes más “intensos”) podrían asegurar de ninguna forma.
Después de todo, Toshiba Memoria Corporation es – aún hoy – el segundo productor más grande del mundo de microprocesadores de memoria NAND.
Lo que pase con él le importa al mundo, aplicando casi una frase otrara reservada para los bancos: “es demasiado grande para dejarla caer”.
O en manos “equivocadas”.
¿Solución perfecta?
De momento hecho, las características de la “comunidad” de empresas que componen este consorcio junto con los DOS BILLONES de yenes (aproximadamente US$ 17.700 millones) son lo que ha permitido catalogar a esta alternativa como la “solución japonesa”.
¿Por qué? Porque, aunque no es la supuestamente promovida por el gobierno con quien se dijo que se había cerrado la operación hace tres meses, cumple con la aspiración del gobierno de la isla.
¿Cuál sería esta condición? Que ninguno de los “fuertes” competidores vecinos (Taiwan, Corea del Sur) se quedará con lo que ya es la venta más grande de una empresa japonesa en su territorio y, sin duda, una de las marcas más emblemáticas de la nación.
Aunque el proceso de revisión regulatorio y papeleo se espera que se extienda hasta marzo de 2018, ya Toshiba y los mercados de valores globales cantan: “¡Victoria!”.
Por ahora. Todavía falta que la empresa presente la forma en que va a “reinventarse” ahora que se ha despojado de su negocio más rentable.