El Big Data, sus usos e implicaciones hacen exigencias a la industria TIC, en especial en lo que concierne a la seguridad de la información.
Por: Leonardo Jerves
Jefe de redes y soporte de Empresas Tuxpan
Una búsqueda por Internet. Un nuevo tweet. Un nuevo amigo en Facebook o un nuevo “me gusta” son acciones sencillas que van generando una enorme cantidad de datos que, entre sí, pueden tener:
• Una relación (estructurados);
• Ninguna relación (no estructurados);
• O, simplemente; alguna relación (semi estructurados).
Es aquí donde nace el concepto de Big Data ya que todos los datos recopilados (millones de gigabytes de información) deben ser almacenados, gestionados y traducidos para ser utilizados eficaz y eficientemente en el mundo de los negocios.
Y este tipo de información es sólo una parte del Big Data, porque existen otras fuentes de datos como:
• Las transacciones comerciales
• Las grabaciones de call centers
• Contenidos en emails y de dispositivos electrónicos.
Para dimensionar la cantidad de información que estamos generando es clave dar algunos ejemplos:
• Sólo en Google se generan mensualmente más de 100.000 millones de búsquedas.
• En Youtube cada minuto los usuarios suben 300 horas de nuevos vídeos.
• En Chile el pasado Cyberday se generaron más de 900.000 transacciones.
• Esto implicó casi 25.000 nuevos clientes en los portales de e-commerce de las empresas participantes.
Toda esta información lleva a que las empresas estén cada vez más orientadas al conocimiento. Ellas buscan entender mejor las necesidades presentes y latentes de los clientes y los que no lo son.
También, se estudian comportamientos en el pasado y se predicen las tendencias futuras. Con el resultado de este análisis las compañías fundamentan la toma de decisiones.
Es así como, este tipo de conocimiento, se puede aplicar tanto en el marketing, finanzas y operaciones.
Los retos por venir
Los desafíos de Big Data están relacionados con la Internet de las Cosas (IoT), concepto que está revolucionando las más variadas industrias.
A grandes rasgos, consiste en instalar dispositivos (sensores), con algún tipo de conectividad inalámbrica, a casi cualquier objeto o animal. Una vez dispuestos los sensores, estos se comunican entre sí e informan a servidores centrales cuando se les requiere.
Esta fuente de información genera una nueva oportunidad para las empresas, ya que les permitirá que sus operaciones sean más simples, eficientes y productivas. Estos dispositivos permiten obtener información en tiempo real respecto de lo que está ocurriendo, dónde está ocurriendo y, en algunos casos, pueden interactuar con sistemas de inteligencia artificial para la toma de decisiones.
El Big Data, sus usos e implicaciones hacen exigencias a la industria TIC, en especial en lo que concierne a la seguridad de la información.
Es esencial que las empresas cuenten con políticas de privacidad y seguridad de la información ya que un fallo de seguridad, un hackeo de cualquier plataforma, sistema, aplicación o herramienta online supone un motivo de falta de credibilidad y desconfianza hacia la empresa.
Pero sobretodo una alerta inmediata por saber qué información han conseguido los ciberdelincuentes durante el ataque. Asegurar la máxima protección de los datos es un elemento básico en cualquier proyecto de Big Data. Este tipo de irrupciones pueden producirse en cualquier entorno y en cualquier momento.