La era de la IoT requiere pero también facilita a los nuevos puntos de acceso de red con luz o Li-Fi como sustitutos del Wi-Fi.
Por William Peña | PC World en Español
La mayoría de los jóvenes que tengan su primer día de trabajo en una oficina (las tiendas son otra cosa) el día de hoy lo harán bajo ambientes Wi-Fi en forma dominante.
Podrían, incluso, sorprenderse de que a comienzos de este siglo/milenio, eran pocas las oficinas que contaban con el mismo en todos sus ambientes. Todavía era algo relativamente nuevo y los equipos disponibles no lograban compensar muy bien limitaciones.
Los avances actuales permiten que existan los “nómadas digitales” y que en las grandes ciudades estén proliferando las cafeterías o Zonas Wi-Fi para que los trabajadores independientes, consultores o empleados que se encuentran fuera de la oficia puedan mantenerse conectados produciendo.
No obstante, los tiempos y adelantas de las nuevas tecnologías están demandando cada vez más que protocolos de mayor velocidad como el Li-Fi o Light Fidelity sean desarrollados en sus más amplias posibilidades para que convivan con el actual protocolo de conexiones de red inalámbrica.
Y es que, al aprovechar el Li-Fi el espectro de luz, la velocidad aumenta exponencialmente lo cual podría liberarnos de la amenaza creciente de redes superadas en su capacidad por el volumen de tráfico de datos en las mismas.
Retos del presente y del futuro
¿Estamos cerca de tener pequeñas bombillas LED conectadas en las equinas de nuestras oficinas para mejorar nuestros accesos a la red, tanto en número como en velocidad? No.
El Li-Fi sigue siendo un trabajo en progreso que tiene que, no sólo sortear sus dificultades sino, también, garantizar que no va a sumar a las redes las debilidades y peligros que ya tiene el Wi-Fi, a saber:
• No cruza paredes, requiriendo de repetidoras que todos conocemos.
• Limitada capacidad de ingreso colectivo como todos hemos comprobado: un punto de acceso puede ser abrumado con bastante facilidad cuando demasiadas personas están conectadas al mismo tiempo.
• Pero, lo más grave es notoriamente inseguro y fácil de engañar por los hackers, lo cual ha hecho de los routers (necesarios para “repetir” las señal dentro de las oficinas) sean uno de los blancos de entrada más corrientes de los ciberdelincuentes.
Hasta ahora, el Li-Fi no ha demostrado que puede dejar de ser ninguna de estas cosas y, además, tiene problemas en los espacios abiertos (con luz de día) que, por supuesto no tiene el Wi-Fi,
¿Coexistencia pacífica?
El Light Fidelity o Li-Fi, es un protocolo inalámbrico emergente que utiliza espectro de luz visible para proporcionar acceso a redes inalámbricas. Un transmisor de Li-Fi utiliza luces LED para modular la intensidad de la luz – sobre todo más allá de lo que nuestros ojos pueden percibir – y que se lee como datos por un receptor fotosensible.
Debido a que los LED ya utilizan un chip para controlar su salida, pueden modular hasta millones de veces por segundo, teóricamente permitiendo que transmitan datos hasta 100 veces más rápido que Wi-fi.
Pero, como decíamos; las debilidades del Li-Fi son grandes por lo que, para muchos analistas, está destinado a complementar al Wi-Fi y no a reemplazarlo, como quizás se pensó inicialmente.
Visto así, es probable que coexistirá en dispositivos como smartphones, tablets y portátiles, lo que requeriría de receptores y transmisores especiales para enviar y recibir señales Li-Fi. Esto también requeriría un codificador / decodificador especial para convertir la señal luminosa en datos.
¿Estamos cerca de eso? Todavía no hay anuncios por parte de los fabricantes de smartphones, criciales en el mundo de hoy, por lo que el Li-Fi sigue siendo un trabajo en progreso, pero su creador dice que el IEEE está considerando actualmente para su inclusión con el estándar 802.11 Wi-fi, como señala el IEEE en la página del Grupo de Interés Temático.