El año pasado, cerca de 2.200 millones de registros fueron expuestos por cerca de 3.000 brechas de datos y que fueron divulgadas públicamente, tras los acceso no autorizados a los sistemas de empresas y gobiernos.
Los casos de acceso no autorizado a los datos críticos de grandes corporaciones han demostrado ser costosos para los negocios de los Estados Unidos, incluso aquellos en las industrias de tecnología avanzada que parecen tener una ventaja en este tipo de cosas.
Una empresa de búsquedas e información globalmente reconocida, tuvo que revelar el año pasado haber sufrido dos violaciones a datos que resultaron en la exposición de información personal de alrededor de 1,5 millones de cuentas de usuario.
Esto no sólo perjudicó la reputación de la empresa sino que exigió la dedicación de tiempo y recursos para resolver los efectos de los hackeos en lugar de sus intereses comerciales. También causó que la organización que planeaba comprar a esta compañía rebajara su precio de adquisición en 350 millones de dólares.
Este es sólo uno de los casos de empresas de alto perfi,l de los tantos que se han producir en los últimos dos años. Una infracción de 2014 de un sitio de subastas en línea implicó el robo de los nombres de los clientes, direcciones y fechas de nacimiento, lo que llevó a la empresa a pedir a 145 millones de sus usuarios que cambiasen sus contraseñas.
Perspectiva estratégica
El hardware y el software que alimenta redes de comunicaciones, dispositivos conectados y aplicaciones modernas son increíblemente potentes y productivos. Sin embargo, ponen a las organizaciones en riesgo de formas completamente nuevas.
Ese riesgo sigue aumentando a medida que los sistemas y dispositivos se conectan más y los actores malos se vuelven más sofisticados en el uso de nuevas tecnologías y técnicas para penetrar en redes y sistemas, robar nuestros datos, afectar nuestra privacidad y tomar remotamente el control de nuestros activos.
Este White Paper de Cisco, que ahora ponemos a tu disposición de forma gratuita, destaca cómo este entorno de riesgo elevado supone que las organizaciones y los gobiernos deban ser más sofisticados en su enfoque para proteger estos valiosos recursos. También deben estar listos para responder cuando ocurren ataques y violaciones.
Estas nuevas necesidades plantean desafíos para las organizaciones. También ofrecen nuevas oportunidades para las personas que tienen las habilidades adecuadas para ayudar a esas organizaciones al abordar sus desafíos en ciberseguridad.
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