Hay razones para creer que la tecnologĆa transformarĆ” los servicios financieros de una manera nunca antes vista gracias a la irrupciĆ³n del Fintech.
Por Sergio Morales
Director Asociado, Centro Latinoamericano de Inversiones (CELAI)
VĆa Agenda WEF
La tecnologĆa estĆ” cambiando desde hace unos aƱos sustancialmente la forma en la que vivimos y nos relacionamos. Forma parte de nuestras vidas aunque a veces pase inadvertida. Utilizamos el GPS para llegar a nuestro destino; el smartphone para entretenimiento o por trabajo; las redes sociales para comunicarnos con nuestros amigos o familiares; y asĆ podemos mencionar una gran variedad de tecnologĆa que convive con nosotros diariamente.
La reducciĆ³n de distancias, la inmediatez del acceso a la informaciĆ³n y el comercio global son algunas tendencias que estĆ”n influyendo en todos los sectores de la economĆa, incluyendo al sector financiero. Y aunque este cambio en la banca tradicional parece presentarse de forma paulatina, hay razones para creer que esta vez la tecnologĆa transformarĆ” los servicios financieros de una manera nunca antes vista.
Este suceso puede atribuirse a la irrupciĆ³n del fenĆ³meno conocido como āFintechā. Para entender de quĆ© se trata analizaremos cĆ³mo las empresas no pertenecientes al sector financiero tradicional estĆ”n utilizando la tecnologĆa para ofrecer servicios de este tipo.
InnovaciĆ³n financiera
El concepto āfintechā nace de la contracciĆ³n de las palabras en inglĆ©s finance y technology, lo cual se refiere comĆŗnmente a las empresas que prestan servicios financieros a travĆ©s de la tecnologĆa. De otra manera, el concepto identifica la irrupciĆ³n de las empresas tecnolĆ³gicas en la industria financiera, principalmente en tres grandes Ć”reas: inversiones, pagos y prĆ©stamos.
1. Inversiones
El desarrollo de las plataformas de inversiĆ³n ha democratizado la capacidad de convertirse en accionista de una compaƱĆa o de un proyecto global, permitiĆ©ndonos operar en tiempo real en diferentes mercados transfronterizos, de manera simple y segura, a un bajo costo de transacciĆ³n.
La globalizaciĆ³n financiera y el avance de la tecnologĆa implicaron tanto un mayor flujo de capitales y volatilidad en los mercados como la apariciĆ³n de nuevos vehĆculos y derivados financieros. Desde el punto de vista de las inversiones, cuando se pensaba que el value investing, filosofĆa propuesta por Benjamin Graham hace casi un siglo (Security Analysis : 1934), imperaba en la mayorĆa de las grandes decisiones de inversiĆ³n, actualmente frente a este nuevo escenario cada vez mĆ”s Gestores de Fondos utilizan la innovaciĆ³n tecnolĆ³gica para realizar sus operaciones de manera totalmente automatizada.
Las firmas de inversiĆ³n estĆ”n recurriendo a complejos sistemas de trading basados en modelos matemĆ”ticos, el uso de algoritmos, anĆ”lisis estadĆsticos y secuencias lĆ³gicas de eventos que infieren probabilidades. Y a pesar de ser Ć©sta una tĆ©cnica reciente ha conquistado el Mercado de Valores en muy poco tiempo. SegĆŗn un estudio de Rosenblatt Securities, actualmente la mitad del total de negociaciones realizadas en las bolsas europeas y estadounidenses son automatizadas.
De hecho, un reciente estudio realizado por Alpha Institucional Investor’s sobre los managers de fondos de cobertura que mĆ”s ganaron en 2016, sitĆŗa en el primer puesto al matemĆ”tico James Simons, con su firma Renaissance Technologies. Seguido de cerca por David Siegel y John Overdeck pertenecientes a la firma Two Sigma, ambos fondos que aplican finanzas cuantitativas e innovaciĆ³n tecnolĆ³gica para la ejecuciĆ³n de operaciones financieras basadas en la tecnologĆa de Machine Learning y Big Data Analytics.
Y si bien, hoy en dĆa los pequeƱos inversores aĆŗn no cuentan con las mismas herramientas que las grandes firmas de inversiĆ³n, ya existen aplicaciones y softwares para la optimizaciĆ³n y el rebalanceo de portfolios automĆ”tico que estĆ”n al alcance de todos, en donde uno configura el riesgo a asumir y el plazo de inversiĆ³n para que el sistema calcule por si mismo el retorno esperado de nuestra inversiĆ³n.
2. Pagos digitales
En el pasado, enviar dinero a alguien en otro paĆs solĆa tardar varios dĆas. Actualmente los servicios de pago online ofrecen transferencias inmediatas a cualquier parte del mundo, lo que permitiĆ³ un boom en el comercio electrĆ³nico. En AmĆ©rica Latina y el Caribe, segĆŗn FedEx, el 64% de los consumidores obtiene hoy en dĆa entre un 10% y un 50% de sus compras mensuales vĆa web. Estas cifras revelan no solo la oportunidad de los consumidores de comprar lo que deseen mĆ”s allĆ” de las fronteras, sino tambiĆ©n la posibilidad de las pequeƱas y medianas empresas de entrar en el comercio global por medio de plataformas en lĆnea. Desde el nacimiento de PayPal en 1998 un sin fin de aplicaciones digitales y mĆ³viles nos facilitan transacciones o pagos. Y si pensamos en un futuro no muy lejano, podremos ver de forma habitual la celebraciĆ³n de contratos inteligentes basados en la criptografĆa financiera (blockchain) donde se pre-programan las condiciones y se ejecutan los pagos al cumplirse el acuerdo, de manera automĆ”tica. TambiĆ©n podremos ver pagos sin contacto, tecnologĆa de reconocimiento del cliente y los artĆculos, que realiza dĆ©bitos automĆ”ticos del importe correspondiente en nuestra cuenta bancaria al salirnos de un comercio, actualmente en desarrollo por la tienda Amazon Go.
3. PrƩstamos
La apariciĆ³n de empresas tecnolĆ³gicas en el sector financiero fue vista en sus inicios como una amenaza para la banca tradicional. Si bien las mayores entidades de este sector acumulan mĆ”s de un siglo de experiencia prestando servicios financieros, a la hora de adaptarse a la nueva Era Digital esta cualidad tambiĆ©n arraiga una dificultad: su cultura organizacional, histĆ³rica y tradicional, muestra reticencias al cambio. Las Fintech rĆ”pidamente avanzaron sobre el ofrecimiento de su principal servicio financiero de manera innovadora y disruptiva, con plataformas online que posibilitan prĆ©stamos entre personas (peer-to-peer) sin intermediaciĆ³n bancaria.
AtrĆ”s quedaron los dĆas de rellenar personalmente largos formularios y presentaciones de documentaciĆ³n respaldatoria de ingresos. Las plataformas realizan un anĆ”lisis sobre el comportamiento de los clientes, su capacidad de pagos e historial de ingresos, y adjudica automĆ”ticamente una calificaciĆ³n crediticia, en funciĆ³n de distintos parĆ”metros de scoring. A su vez, permite a la persona que presta disminuir sus riesgos, al diversificar su capital en varios clientes, bajo el sistema de microfinanzas.
Donde el riesgo de impago se ve diluido por el otorgamiento de montos pequeƱos a muchas personas. TambiĆ©n este servicio se ha expandido exponencialmente entre las pequeƱas y medianas empresas (PYMES) ante la dificultad que presentan las mismas de conseguir financiamiento a travĆ©s de los canales tradicionales de crĆ©dito. Incluso a emprendedores y al cuarto sector les ha sido Ćŗtil para llevar a cabo iniciativas privadas o sociales, mediante la modalidad conocida como crowdfunding.
El presente y el futuro
Es un hecho que las grandes empresas tecnolĆ³gicas avanzan como nuevos competidores en el sector financiero. Apple y Google entre otras, amenazan al sector bancario con creatividad, innovaciĆ³n y liquidez prĆ”cticamente ilimitada. Ante este escenario sin precedentes, finalmente las instituciones financieras parecen comenzar un proceso de adaptaciĆ³n y cambio hacia una digitalizaciĆ³n del sector. Esto requiere disponer de las Ćŗltimas tecnologĆas centradas en mejorar la experiencia al usuario, dirigidas a una nueva GeneraciĆ³n actualmente familiarizada con el mundo online. El futuro resulta desafiante y a la vez esperanzador. Sin embargo, no hay que perder de vista la responsabilidad de los gobiernos con este fenĆ³meno relativamente reciente que proclama seguridad y transparencia, a travĆ©s de un marco regulador eficiente.