Luego de semanas en alza incesante, la burbuja del Bitcoin parece haber reventando de la misma misteriosa forma que surgió.
CIO AMÉRICA LATINA | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
Sin duda, en América Latina tenemos mucha experiencia con la volatilidad, tradicionalmente asociada a los mercados de las materias primas, en especial minerales.
En general, ninguna tanto como el petróleo. Hasta ahora cuando “bitcoin” parece ser el superlativo de volatilidad.
La racha es larga ya que la moneda tiene un ascenso constante desde hace dos años que se hizo espectacular en el último mes en el que, prácticamente, duplicó su precio.
Hasta ayer cuando, luego de haber rozado la barrera de los US$ 3.000, sin explicación, perdió en una sola jornada US$500: más o menos. una quinta parte de su valor.
Aún así, su crecimiento ha sido tal que se calcula en 150% en lo que va de año, con todo y la caída de ayer.
Frente a esto, todas las sesudas explicaciones por su ascenso parecen quedan en entredicho y nos obliga a preguntarnos, ¿qué pasa con el bitcoin?
Mercado especulativo
A estas alturas está de más decir que hay un claro movimiento especulativo en torno al precio del bitcoin, aprovechando – precisamente – su volatilidad.
Según un análisis reciente presentado en la web del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) las ganancias atraen a muchos: quien haya invertido US$ 1.000 en el año 2010 hoy tiene US$ 36.000.000. Más o menos.
Y, como ya hemos dicho, cualquier que haya tomado el riesgo desde el 1o. de marzo ha duplicado su inversión en sólo 80 días.
Es aquí donde podemos encontrar una primera explicación: si hay muchos “tomadores de ganancia rápida”, seguramente pensaron que los US$ 3.000 eran, además de una barrera psicológica, un buen momento para “bajarse” con una ganancia.
Si propia salida habría cumplido la profecía de que, antes de traspasar la barrera seguro iba a bajar.
También las tecnológicas
Y es que, al parecer, ese fue e comportamiento ayer para todo lo que olía a tecnología: desde las acciones tecnológicas hasta – por supuesto – el bitcoin.
La expectativa de un decrecimiento de la economía que, de seguro, afectará la venta de los productos tecnológicos afectó a los mercados asiáticos y se extendió a todas las bolsas.
Así que podemos asumir (y ya es algo) que aunque el ascenso del bitcoin puede ir en paralelo a las acciones tecnológicas, muchos de quienes invierten en tecnología lo están haciendo, también en bitcoin.
No es un “valor refugio” para estos inversionistas como si lo es para quienes quieren cubrirse de la devaluación de su propia moneda, como hemos visto en varias ocasiones. No: si las tecnológicas caen, los inversionistas no se “refugian” en el bitcoin como lo hacen en el oro. Todavía no tiene esa categoría.
Por supuesto y como todo lo que tiene que ver con la criptomoneda más popular del mundo en este momento, esta hipótesis deberá esperar una nueva caída de las acciones tecnológicas para ser confirmada.
Hoy, el mercado está más calmado y positivo. Tanto las tecnológicas como las bolsas han dejado de caer. Tampoco el bitcoin. Esperemos que siga así.