Las solicitudes de las visas H-1B están muy por debajo del nivel récord del año pasado lo cual afectará la oferta de talento TI.
CIO AMÉRICA LATINA | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
A veces los muros o las prohibiciones expresas resultan innecesarias. Basta con un discurso agresivo para lograr el mismo efecto: espantar a la gente.
Y la administración Trump lo ha ido corroborando: el número de viajeros ha disminuido porque muchos provenientes de países musulmanes han rechazado los vetos a ciudadanos de determinadas naciones.
Pero el efecto no se detiene ahí: el gobierno estadounidense reconoció este martes 18 de abril que recibió 199.000 solicitudes de visas H-1B para el próximo año fiscal 2018. Es decir, 37.000 menos de las procesadas en 2016.
¿Lo más grave? El gobierno asegura que emitirá sólo 85.000 (menos de la mitad de las solicitudes) visas distribuidas a través de una lotería generada por computadora.
Los ganadores de este sorteo podrán usar sus visas al comienzo del año fiscal federal, el cual comienza el próximo 1 de octubre.
¿Más restricciones = Menos innovación?
Los analistas de la industria consideran que las acciones y la retórica de la campaña del presidente Donald Trump han tenido un impacto en la industria de outsourcing extraterritorial, el cual incluye a los mayores usuarios de trabajadores de visas H-1B.
Las empresas que consideran el envío de trabajos de TI al exterior ahora parecen ser más cautelosas que en los últimos años y no se estima que está tendencia se extinga en el corto plazo.
Cabe recordar que Estados Unidos recibió 236.000 solicitudes de visas para el año fiscal en curso, alcanzando con ello un número récord.
Así, en el año fiscal 2016, hubo 233.000 solicitudes. Esto equivale a un 37% con respecto a los 172.500 del año anterior.
“Está claro que muchas empresas están posponiendo o cancelando la deslocalización, ya que esperan a ver qué pasa en el frente político”, expresó el mes pasado el el director general de la consultora de outsourcing y la firma de investigación Everest Group, Peter Bendor-Samuel.
Impacto a largo plazo
De manera similar, el director ejecutivo de Pace Harmon (una consultora de outsourcing), David Rutchik, dijo que las firmas que regularmente subcontratan están preocupadas por la cobertura negativa de la prensa y que el presidente se “desquite en Twitter”.
Everest espera que los ingresos disminuyan para las cinco principales firmas de servicios de la India, que también están entre los mayores usuarios de H-1B.
Lo que no se sabe a ciencia cierta es si hay renuencia a venir a los Estados Unidos para trabajar. Las restricciones a los viajes provenientes de SEIS (06) países solicitadas por la administración Trump, así como el tiroteo en febrero de dos ingeniero de software de la India en Kansas que ocasionó la muerte de uno de ellos son otra causa (bastante probable) de la disminución.
Todo ello se suma la incertidumbre propia del congreso: ya están introducidas en ambas cámaras la reforma bipartidista para la H-1B. Pero pasarán muchos meses antes de que se sepa exactamente qué firmas recibieron la mayor cantidad de visas.
Casi la mitad de los 65.000 visados que están bajo esta norma están destinados a empresas offshore. Mientras que los 20.000 restantes están destinados estudiantes de grado avanzado en universidades estadounidenses.
No obstante, analistas ya han señalado la importancia de ambos grupos: el segundo para la innovación pero el primero para mantener los niveles de rentabilidad de las empresas tecnológicas.