La tecnología está modificando el servicio bancario, tan así que ya es una realidad el comunicarse con el banco como si fuera un amigo cercano.
Daniel Aguilar, vicepresidente de Ventas de Latinia, ha evaluado las primeras iniciativas aparecidas en la red social tras el anuncio realizado por Facebook el año pasado de abrir su App de mensajería a la interacción entre marcas y usuarios y coincide en la realidad de esa “cercanía”.
“Hablar con tu banco por el messenger como si estuvieses conversando con un familiar cercano es una sensación hoy tan extraña como natural y cotidiana en un futuro muy cercano”. Añade que desde abril del 2016 son más de 35.000 los chatbots ya desarrollados, destacando en la industria financiera Erica, el robot de Bank of America, o Arturito, la respuesta latina del Banco de Crédito del Perú (BCP).
Para el ejecutivo, de momento la experiencia con los chatbots y los bots activos en el messenger es, dejando de lado el momento tan inicial en el que están y siendo condescendiente con sus primeros balbuceos, espectacular, y de una fricción apenas existente en cuanto a suscripción a los servicios de notificaciones.
Precisamente las alertas y los avisos serán grandes protagonistas de las funcionalidades que ofrecerán los robots financieros. Sin duda se intuye ideal para acciones espontaneas, como consultar el saldo o saber cuándo vence fechas de pago, todo muy orientado a servicio. “Un chatbots de lo más agradable”.
Por otro lado el contexto emerge con más fuerza que nunca; el robot aprende de su propio timeline con el cliente, generando interacciones de cada vez mayor valor por el aprendizaje continuo que el bot hace del usuario, generado experiencias de servicio tremendamente positivas y personalizadas.
“El mayor reto que le vemos, a la altura de su enorme potencial, es hasta donde estará la banca dispuesta a ceder control en un entorno donde el cliente ya ha sido logeado por Facebook, y si dentro de ese espacio se permitirá la interacción, chatbots, o qué tipo interacción, de contenidos financieros entre banco y usuario sin mayores requerimientos de seguridad por parte de la entidad”.