El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió durante dos horas con los principales directores y ejecutivos de las empresas tecnológicas más importantes de dicho país. En la misma se expusieron las diferencias y se oyeron ideas para concretar trabajos en conjunto; se limaron asperezas.
CIO América Latina| Mario Augusto Beroes R.|@marioberoes22
Silicon Valley intenta hacer las paces con el presidente electo de Estados Unidos. En la campaña, Donald Trump convirtió a la industria tecnológica en la diana de sus dardos verbales. Para Trump, obligar a desplazarse a los capitanes de Silicon Valley, los que le criticaron severamente; incluso con amenazas vedadas, y que en su mayoría votaron y apoyaron económicamente a la candidata demócrata, Hillary Clinton, a su residencia en Nueva York es una exhibición del poder que ostenta tras las elecciones del 8 de noviembre.
Pero también para el futuro mandatario estadounidense es una necesidad. Los vagos planes para la economía que ha dado a conocer, y que solamente incluyen la creación de empleos industriales en EE UU, tarea para la que ha requerido la cooperación de empresas como Apple y Microsoft. Y si pone en práctica algunas promesas suyas en política de inmigración, o si sus instintos más autoritarios acaban imponiéndose cuando llegue a la Casa Blanca, puede entrar en colisión con las empresas de tecnología.
A las empresas de Silicon Valley les gusta proyectar una imagen de diversidad y tolerancia que concuerda mal con la retórica xenófoba de Trump, un magnate adicto a la red social Twitter pero ajeno al mundo de la innovación y la tecnología. Pues ahora, tendrán que adaptarse a una nueva visión y limar asperezas. Y es el encuentro en el condado de Manhattan el primer capítulo en este esfuerzo por aplacar diferencias y conciliar planes y soluciones.
¿Dos horas de distención?
“Mi equipo de gobierno y yo, como próximo presidente de los Estados Unidos, queremos seguir con este increíble proceso de innovación y limar asperezas. No hay nadie mejor que ustedes en todo el mundo”, afirmó el presidente electo en sus palabras de bienvenida, sentado en una gran mesa rectangular en uno de los pisos de la torre Trump, que se ha convertido en su sitio de trabajo o cuartel general.
“Estoy al frente de un increíble grupo de personas; una reunión que me parece sumamente importante para todos. Se tuvieron que hacer centenares de llamadas telefónicas para que se pudiera celebrar la reunión, pero valió la pena”.
Trump, en su mensaje de apertura, agradeció las gestiones realizadas para que se celebrara esta reunión por parte del fundador de Paypa,l Peter Thiel, quien estaba sentado a su izquierda. Thiel, uno de los hombres más ricos de Estados Unidos, es directivo de firmas financieras ligadas estrechamente al sector tecnológico y también es miembro del consejo de administración de empresas como Facebook y excéntrico con ideas inspiradas en la novelista ultracapitalista Ayn Rand.
Pocos minutos antes de terminar el tiempo para las fotos y tomas de apoyo, Trump se comprometió a “buscar facilidades” para los negocios del sector tecnológico, incluyendo terminar con “barreras comerciales”.
“Ahora hay un montón de restricciones y problemas; de asperezas que hay que limar y minimizar”, agregó Trump, quien también se mostró dispuesto a mantener los contactos con los empresarios presentes en la reunión o cualquiera de su equipo e insistió en que “aquí no hay una cadena formal de mando”.
Un choque potencial entre Trump y el sector es posible en el tema de la criptografía, y sobre la capacidad de los servicios de inteligencia y las fuerzas de seguridad de decodificar aparatos (telefónicos, ordenadores u otros) para investigaciones que conciernen a la seguridad nacional.
Trump dijo durante la reunión que incluiría a Musk y al presidente de Uber, Travis Kalanick, en un grupo de líderes empresariales que actuarán como sus consejeros.
“Mi gobierno trabajará con el sector privado para mejorar el clima de negocios, limar asperezas y tornarlo atractivo para empresas a fin de que creen nuevos empleos a través de Estados Unidos, desde Silicon Valley hasta el corazón del país”, sostuvo Donald Trump.
Por parte del equipo de Trump estaban, entre otros, el vicepresidente electo, Mike Pence y tres de los cuatro hijos adultos de Trump, Ivanka, Eric, y Donald Jr.
La decena de asistentes
En la misma mesa estaban sentados, entre otros, los máximos directivos de Microsoft (Satya Nadella), Alphabet (Larry Page y Eric Schmidt), IBM (Ginni Rometty), Cisco Systems (Chuck Robbins), Amazon (Jeff Bezos) y de Intel (Brian Krzanich). Otros participantes sentados en esa mesa son Sheryl Sandberg, de Facebook, y Elon Musk, de Tesla, y Safra Catz, de Oracle.