Una de las empresas japonesas emblemáticas en el área de la electrónica, Sharp, ha cambiado de dueño y hasta de nacionalidad.
CIO América Latina|Mario Augusto Beroes Ríos|@marioberoes22
Su nuevo presidente, Tai Jeng-wu, taiwanés, promete llevarla a los niveles de rentabilidad que exhibió en anteriores décadas. Jeng-wu, quien era vicepresidente de Foxconn, se convirtió en presidente de Sharp en marzo después de que la compañía de Taiwán, se hiciese con el control de la firma japonesa, al adquirir el 66% de las acciones y otro lote importante que compró luego a Samsung.
Sin embargo, Tai Jeng-wu tiene un cronograma de trabajo ya elaborado, y haciendo gala de la eficiencia empresarial típica de esta isla asiática, ha anunciado su intención de dimitir como CEO de Sharp en el momento en que la empresa consiga volver a ser rentable, un objetivo que la empresa persigue en los últimos meses con las nuevas decisiones tomadas y los planes que está llevando a cabo.
Varias agencias de noticias destacan que el presidente de Sharp, Jeng-wu, asumió el liderato dela empresa después de que la compañía de Taiwán, formalmente conocida como Hon Hai Precision Industry Co Ltd se hiciese con el control de la firma japonesa, calificado como la mayor compra de una empresa en el Japón por una compañía extranjera.
El nuevo presidente de Sharp ha declarado en diversas oportunidades que el problema de dicha empresa “radica en que posee muchas tecnologías pero no ha sabido cómo comercializarlas. Sharp tiene demasiados filiales, lo que conlleva demasiado trabajo, por lo que hay que cerrar las que no sean rentables”.
Tai Jeng-wu, ha sido directo y muy preciso. Asegura que su visión se encamina a “construir una empresa rentable y eficiente”. Por un lado, usará con los empleados, ahora incorporados tras la compra, su técnica de compensación a los trabajadores según su rendimiento.