Los problemas del Note 7 se han focalizado en el estallido de las baterías. Esto implica que la gran perdedora es la fábrica SDI, quien produce las pilas para la empresa surcoreana.
El problema con las mencionadas baterías es parte de una serie de errores que han envuelto a Samsung en los últimos meses, y que incluyen también problemas con un modelo de lavadoras que fabrican en los Estados Unidos, enfrentamientos familiares y demandas jurídicas.
Sin embargo, la trasnacional asiática ha logrado sobrellevar los problemas y lo más importante, su cotización en el mercado de valores no ha salido muy perjudicada. Además, las pérdidas se han asumido sin que supongan un grave problema a corto o medio plazo.
Pero no ha sido así para la empresa SDI, principal suministrador de baterías de Samsung, que ahora tiene que lidiar con las dudas y sospechas del sector, aunque todavía no se sepa si la razón de los problemas del Note 7 eran sus baterías.
La directiva de Samsung de inmediato culpó a a las baterías del Note 7, y de hecho con el cambio de las mismas usando las de la marca China Amperex Technology no solucionaron el problema. Finalmente Samsung tuvo que retirar del mercado el modelo de smartphone, aunque el problema real podría no ser las baterías.
Todavía se sigue llevando a cabo una investigación para encontrar el verdadero problema del terminal, pero el daño a SDI ya está hecho.
La compañía, con el 25% de la cuota de mercado de baterías para pequeños dispositivos, ha perdido una quinta parte de su valor en bolsa de valores asiática por el escándalo del Note 7, y sus pérdidas en el tercer trimestre han duplicado las del mismo periodo del año anterior.
Pero lo peor está en la falta de confianza de los nuevos clientes, algo esencial para los planes de diversificación de la compañía, que buscaba ampliar su presencia en otros sectores, como el de los coches eléctricos, y que ahora tiene que enfrentarse a los ‘problemas y dudas que probablemente ni siquiera había generado en un principio.